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#B12 Cuando se les hizo la noche

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Juegos Olímpicos de París 1924
Por Homero Fernández

Martes 06.08.2024

Endulzados con la primera victoria y los halagos que llovían de todos lados los futbolistas uruguayos bajaron un poco la guardia y liberaron tensiones en la noche parisina al punto de correr peligro de olvidarse del objetivo principal.

El partido con Yugoslavia había terminado 7 a 0 a favor de los celestes. Había una nueva atracción en el campeonato olímpico de fútbol y venía desde el otro lado del Atlántico.

Los jugadores uruguayos liberados por la victoria tuvieron la noche libre. Claro, no fue cualquier noche.

Se fueron a la noche parisina, esa llena de jolgorio, música y libertinaje. El tango reinaba en París y hasta los buenos lugares allí fueron los jugadores uruguayos.

Muchos de ellos eran grandes bailarines. Especialmente, José Leandro Andrade, era violinista y tocaba el tamboril, quien no solo la rompía en la cancha sino también en las pistas. Incluso, le apuntan en alguna sus tantas andanzas nocturnas haber bailado un tango con la célebre cantante y bailarina Josephine Baker.

Lo cierto es que con tanta juerga se olvidaron de que tenían que jugar en dos días contra los estadounidenses. Contaban luego los celestes que al salir de uno de esos centros nocturnos se encontraron con los jugadores españoles que andaban en la misma, con la diferencia que ellos ya habían sido eliminados por Italia.

Dicen que les aconsejaron que se fueran, que si estaban mal de la cabeza; que tenían que cuidarse porque serían los campeones.

Aquella velada de liberación muchos llegaron en malas condiciones al castillo de Madame Pain. Nada se supo si la señora se enteró del jolgorio o si, en su caso, hasta les dio alguna reprimenda en francés.

Para hacerlos conscientes de la importancia del triunfo inicial los dirigentes les mostraron al otro día lo que decían los diarios que los consideraban como favoritos.

No había entonces excusas para descuidarse en la disciplina en forma tan exagerada.

“Comprendimos y nos encerramos. Venían las muchachas hasta la entrada del castillo para ver a las fieras y nosotros ni bolilla. Era un compromiso moral entre todos. ¿Sabés en qué nos distraíamos? Íbamos a remar al Sena”, contaba Pedro Cea.

El partido con Estados Unidos por los cuartos de final llegó el jueves 29 de mayo, esta vez ante unos 50 mil espectadores que ya no se querían perder al equipo celeste.

El juego fue relativamente fácil ya que el rival, además de su fortaleza física y atlética, no presentaba mayor resistencia.

Los americanos eran grandes y fuertes, jugaban recio. “Uno le hizo un foul a Vidal que le dejó la rodilla rota”, contaba Mazali. La lesión del delantero lo dejó fuera del equipo. También tuvo que retirarse Andrade de la cancha y dejó con 10 a la celeste.

Uruguay ganó 3 a 0.

Algunos dicen que con tres goles de Petrone; otros con dos del delantero y otro de Scarone: y otros anotan uno para Andrade.

Sea como sea, Uruguay avanzaba con más favoritismo todavía.

“Han producido estupefacción. Este match ha desterrado toda duda con respecto al triunfo del team sudamericano, considerándose que no tiene rival su juego científico y elegante, insuperable”, publicaba como corolario el enviado de La Razón de Buenos Aires.

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