El Hospital Británico comenzó a funcionar en una casa sobre la calle Cerrito con el nombre Hospital Extranjero. Aunque no hay constancia exacta de la fecha de inauguración, se sabe que su primer paciente, de nombre George Mesch, ingresó el 8 de agosto de 1857 al hospital, que entonces contaba con 13 camas.
En 1862 se comenzó a usar la denominación Hospital Británico y en 1866 se encontró una nueva ubicación para el hospital, pues la demanda excedía ampliamente la dotación original. La calle Patagones (hoy Juan Lindolfo Cuestas), al final de la calle Sarandí, fue entonces donde se construyó un local especialmente destinado al hospital.
Fue así como aquel pequeño hospital de 13 camas comenzó un proceso de crecimiento y desarrollo que llega hasta nuestros días, producto de la visión, la capacidad emprendedora y la perseverancia de una comunidad británica que tuvo gran incidencia en la vida del país.
No faltaron las dificultades, especialmente económicas en momentos turbulentos del país; así como tampoco el compromiso, el ingenio y la dedicación de las autoridades y el personal del hospital para superarlas y seguir adelante.
En 1913 la ciudad asistió a la inauguración de un hospital de moderna y sólida estructura en Tres Cruces, que hoy no solo es una referencia arquitectónica de Montevideo sino también a nivel de los servicios de salud en todo el país.
Para la internación y asistencia de pacientes se disponía de 24 habitaciones con 66 camas en la planta baja, a las que se sumaban salas generales que con el tiempo fueron bautizadas con los nombres de referentes de la institución.
El espíritu del Hospital Británico, que lo ha caracterizado y distinguido a lo largo de sus 160 años de trayectoria, se traduce en la integración de la excelencia profesional y técnica con el trato que se le da al paciente, basado en la premisa básica del respeto por su dignidad humana.
La institución lleva adelante una política de inversión permanente en materia de equipamiento y adopción de tecnología, desarrollo edilicio, capacitación de sus Recursos Humanos, generación de conocimiento y vinculación con otras instituciones, tanto del medio como del exterior, que agreguen valor a su propuesta de excelencia. Desarrolla convenios de cooperación científica e intercambio de conocimiento con todas las universidades del país, cuyos alumnos de Medicina realizan residencias y especializaciones en el hospital.
El transcurso del tiempo trajo sucesivas ampliaciones del Edificio Central, concebidas para dar respuesta a los requerimientos de cada servicio, así como la construcción de nueva infraestructura y hasta la descentralización de las prestaciones, siempre con el usuario como referencia principal.
En 2008 se inauguró el policlínico sobre la calle Morales y en 2015 se sumó la clínica Carrasco sobre la calle Bolivia, que facilita el acceso de los afiliados del Hospital Británico a las especialidades y servicios que allí se brindan.
En los últimos años también se inauguró una ampliación del edificio central, dotando al hospital de nuevas habitaciones, un CTI de última generación y un block quirúrgico que cumple con los más exigentes parámetros internacionales.
Los departamentos de Oncología y de Imagenología fueron reubicados en áreas concebidas de acuerdo a sus requerimientos específicos, ganando en espacio físico, equipamiento y respaldo a sus prestaciones y servicios. A ello se sumó la nueva Unidad de Transplante de Médula Ósea, que es un modelo de referencia para el Uruguay.
El Hospital Británico pone a disposición de la comunidad los más altos estándares de calidad en la prestación de servicios de salud y es desde hace muchos años la institución de prestación de servicios de salud mas valorada por los uruguayos, según la encuesta Monitor de Mercado de Salud 2016, llevada a cabo por Opción Consultores. Los encuestados valoraron especialmente la calidad y la agilidad de la atención médica y no médica, las instalaciones y el equipamiento médico y tecnológico.
“Cumplir 160 años de actividad es motivo de orgullo y felicidad. Quiero expresar mi agradecimiento a quienes nos precedieron y marcaron el camino, aunque ya no estén físicamente con nosotros. El mejor homenaje es, partiendo de su legado, mirar siempre hacia el futuro, dispuestos a mejorar y a seguir creciendo, a superarnos cada día. Buscar siempre la excelencia manteniendo vivo el espíritu del Hospital Británico es el mejor tributo”, expresó el presidente de la Junta Directiva del Hospital Británico, Paul Beare.
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Foto: Hospital Británico