NB —¿Cómo fue la coordinación con el Gobierno nacional?
EA —No fue buena la coordinación. Nosotros encaramos, encaramos de verdad, hicimos, sabiendo que teníamos la responsabilidad de la temporada que se nos venía, y eso no tenía dos lecturas, había que hacerlo o hacerlo. Después reclamaríamos lo prometido, que eran $ 31 pesos. Vino una transferencia, pero estamos discutiendo de dónde es la plata, si ya era nuestra o si es una plata adicional. Es un tema que hablaremos con quien corresponde. Incluso hicimos una rendición de cuentas, apenas terminamos la obra presentamos el costo parcial a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto –íbamos en $ 63 millones en esa época, faltaban unos coletazos– y un detalle de las obras hechas para ver cuál iba a ser el grado de contribución del gobierno nacional.
RA —Ya les llegaron $ 21 millones de esos $ 65 millones.
EA —Eso fue la transferencia que nos hicieron.
RA —¿Esa transferencia va a ser a partir de este daño, para cubrir los costos que se generaron por los temporales, o sale de otro tipo de transferencias que ya estaban previstas para la comuna?
EA —No está claro aún, es un tema que hablaremos con el gobierno. Lo concreto es que las obras se hicieron y nosotros las pagamos. Ahora hay que discutir en la liga el mayor aporte posible, porque lo que anunciaron que nos iban a dar, que eran $ 31 millones, no da para la mitad. Pero es una ayuda importante.
Y no habíamos terminado de reconstruir la costa cuando pasó lo de San Carlos, que está en plena ejecución. Ese es otro capítulo aparte, durísimo, que está en marcha. Por suerte no fue en la costa, que la teníamos preparada para recibir el turismo, pero fue muy desgraciado en San Carlos, hasta con la pérdida de una vida humana. Ahí se les voló el techo a más de 700 casas.
NB —¿Para cuándo está prevista la finalización de las obras o dejar las cosas más o menos en orden?
EA —Tenemos para un par de meses todavía. Hay tres cuadrillas de la Intendencia trabajando, ahora vinieron dos cuadrillas del Ministerio de Transporte. Ahí hay un trabajo grande por delante.
NB —Pasamos a otro tema. El mes pasado la Intendencia de Maldonado presentó su nuevo centro de monitoreo en un acto en el que incluso participaron el presidente Tabaré Vázquez y varias autoridades de gobierno. ¿En qué consiste? ¿De dónde surge la iniciativa de instalar ese sistema?
EA —Es una inquietud de la Intendencia. Teníamos evaluado que uno de los grandes problemas que presentaba Maldonado era el tema de seguridad y que eso podía afectar la temporada turística e iba a afectar directamente el trabajo de nuestra gente. Esto fue un motivo de campaña, fue una decisión en campaña política, fue una propuesta de gobierno en aquella instancia, y apenas llegamos al gobierno nos pusimos a trabajar en eso para tratar de concretarlo. No nos corresponde a nosotros la seguridad.
NB —Es distinto del proceso que está anunciado en otros departamentos, donde va siendo coordinado por el Ministerio del Interior (MI). Aquí me imagino que hay una coordinación con el ministerio, pero la iniciativa partió de la Intendencia.
EA —Exacto. Partió de la Intendencia. No nos corresponde la seguridad, pero le hicimos al gobierno un planteo global para todo el departamento, a sabiendas de que no estaba en el proyecto del gobierno invertir en seguridad en el departamento de Maldonado. El Presupuesto Nacional no decía nada y nosotros no podíamos seguir esperando algo que no se iba a hacer. Y no se iba a hacer de la manera que nosotros pretendíamos que se hiciera para trabajar en la seguridad del departamento.
Estoy muy contento con la manera como se trabajó. Invitamos al MI a trabajar juntos, no lo hicimos solos. Una vez decidido el monto de inversión e incluido en el presupuesto lo que pensábamos, invitamos al MI a que participara en la elaboración del plan que teníamos previsto; queríamos darle las garantías de que era un plan para Maldonado, para el país y que no era para hacer rancho aparte.
RA —¿Cómo fue el trabajo en conjunto?
EA —Estupendo. Y dejó muy buenas experiencias. El MI puso los dos o tres técnicos más capacitados en tecnología, la Intendencia puso un equipo de técnicos capacitados en obra y tecnología y tuvimos el asesoramiento técnico de una empresa de seguridad israelí que contratamos y que es una de las dos principales empresas de seguridad de ese país en materia de seguridad y defensa. Esa empresa tiene el respaldo y la auditoría del proyecto, este proyecto está respaldado y auditado por el Ministerio de Defensa de Israel, así que es de una calidad y una garantía impresionantes.
RA —Expliquemos alguna característica más del sistema de monitoreo. Se han anunciado 1.200 cámaras, pero hasta el momento se han instalado unas 300. ¿Por qué criterio se decidió la ubicación de las cámaras? ¿Qué es lo que se está monitoreando? ¿De qué forma se está haciendo el monitoreo?
EA —Se hizo un trabajo muy importante con la policía local, con el comando de la Jefatura, que también participó en el proyecto. Ahí se definió, en función de las necesidades de la policía, de los puntos rojos, más todo un detalle de información que habíamos logrado a partir de un software que la Intendencia había promovido y en un proceso en el que los vecinos participaban, vía internet, denunciando cuáles eran para ellos los lugares más complicados y por qué motivo. Ahí se detectaron unos 1.500 puntos en todo el departamento, que pusimos a disposición del comando de la Jefatura para que los analizara.
Después se hizo un trabajo de coordinación con los municipios, los alcaldes y los concejales de cada municipio participaban de la discusión de sus temas, de sus lugares problema, en Aiguá, en Pan de Azúcar, en San Carlos, etcétera. En función de eso, se hizo la definición de la instalación de las 1.200 cámaras. Fue un trabajo muy participativo y con muy buenos resultados. Esa fue la primera etapa.
Una vez definidos los lugares, empezamos a priorizar dónde se instalarían las primeras cámaras, porque no se podían instalar todas a la vez. Lo primero que se hizo fue instalar un centro de monitoreo, que es el lugar central donde se recibe toda la información, donde están los visualizadores, donde está el equipo inteligente que se adquirió, el software, etcétera. Eso se hizo en un local que el MI le dio en comodato a la Intendencia para instalar las cámaras, en el Círculo Policial de Maldonado, en la misma manzana de la Jefatura.
Y se empezaron a instalar cámaras en aquellos lugares donde existe fibra óptica, que es fundamental para la transferencia. Y en aquellos lugares donde no tenemos fibra óptica y que son de prioridad, un punto rojo de prioridad, se instaló un sistema satelital de transferencia de datos con la misma calidad que la fibra óptica que nosotros importamos y que Antel instaló. Ahí fue muy importante también la participación de Antel, que se integró al proyecto, se integró al programa y nos ayudó, sabiendo que teníamos fibra óptica en algún lado y en otros lugares ellos mismos instalaron esa tecnología. Fue un trabajo muy compartido y muy interesante que se hizo aquí en Maldonado.
NB —¿Cómo fue el modelo de negocio para la instalación de ese sistema? ¿De qué monto fue la inversión para instalar las cámaras y quién termina asumiendo ese costo?
EA —El costo lo asume todo la Intendencia. El convenio que hicimos con la empresa fue una contratación directa dentro de un marco de acuerdo gobierno a gobierno, que existe hoy entre el Ministerio de Defensa y el MI de Uruguay y el Ministerio de Defensa de Israel. El gobierno nacional le cedió a la Intendencia de Maldonado la posibilidad de contratar con Israel en ese acuerdo marco y nosotros negociamos la instalación de estas cámaras con el respaldo del gobierno de Israel. La empresa tenía interés, nosotros nos enteramos tempo atrás. Antes de la campaña política nos contactamos con la empresa por medio de la Cámara Empresarial de Maldonado y el Centro Israelita de Maldonado.
Fue muy buena la colaboración en ese sentido, vimos que había mucho interés y logramos que la empresa financiara el proyecto a cuatro años, porque no teníamos plata, la Intendencia había quedado bastante desfinanciada. Y durante los cuatro años a lo largo de los cuales nos financian el proyecto ellos actúan como veedores y entrenan al personal en la parte operativa.
