
EC —Usted explicaba que en el aeropuerto de Melilla hay una dotación fija de 7 a 19 horas y que luego de esa hora no hay llegada de vuelos internacionales. Igualmente, cabe la posibilidad –que de algún modo también aparecía en las declaraciones de Fariña– de que con los funcionarios que están activos en el horario normal se haga algún arreglo para pasar los bolsos. ¿Eso es lo que van a investigar?
ECa —Sí. Como dije, no sería afecto a ordenar actos administrativos sobre versiones de prensa, y menos en este caso, que son confesiones de alguien que está imputado de algo en la justicia argentina, que se supone que tiene el secreto de presumario pero aparecen filtraciones que la prensa argentina levanta y que a su vez levanta la prensa uruguaya. Es la libertad de prensa, no tengo nada en contra, aleluya.
Hago la investigación administrativa, primero, para darle tranquilidad a la población de que la Aduana efectivamente controla lo que tiene que controlar, y segundo, para darles la tranquilidad a los funcionarios que están virtualmente acusados de algo que no se sabe qué es. Les vamos a dar la seguridad a la población y a los funcionarios a través de una investigación administrativa.
EC —Ayer en la conferencia de prensa usted mencionaba que durante su administración, que ya lleva seis años, se ha procesado con prisión a 25 funcionarios aduaneros. ¿Qué quiere decir esa cifra? ¿Es para usted un dato preocupante o un dato tranquilizador en comparación con la plantilla y la estructura de la Aduana?
ECa —Me corrijo, son 26 funcionarios. Para mí es un dato tranquilizador para la población, para los funcionarios y para la función que cumple la Aduana. A aquellos funcionarios que incurren en conductas delictivas y que son descubiertos se les dan todas las garantías del debido proceso, la denuncia va a la justicia y la justicia dispone. En 26 casos dispuso el procesamiento con prisión.
EC —Para usted, entonces, ¿cuál es la evaluación?
ECa —La evaluación es positiva, creo que apartar a aquellos funcionarios que incurren en este tipo de conductas sanea al organismo, le da una reputación distinta y nos pone de cara a lo que realmente tenemos que hacer.
EC —¿Hay un patrón de comportamiento en esos funcionarios que fueron procesados?
ECa —La Aduana viene de una reputación que no era la mejor en el concierto de las organizaciones públicas uruguayas. Creo que esto sucede en el mundo. Entonces sanear y modificar esa reputación me parece un hecho muy positivo para el conjunto del Estado uruguayo, para los funcionarios aduaneros en particular, porque separa la paja del trigo…
EC —Mi pregunta era si había algún tipo de conducta en particular detrás de estas situaciones de corrupción.
ECa —En varios de los casos era lo que se conoce vulgarmente como “coima”, el cohecho simple es la figura jurídica.
EC —¿La gente denuncia las prácticas corruptas o las detecta la Aduana?
ECa —Ambas cosas. Generalmente, no sé a qué responde, pero la gente hace denuncias anónimas que la Aduana investiga. Yo decía ayer que la Aduana tiene –para darle tranquilidad a la población– como cinco líneas de defensa frente a cualquier riesgo aduanero. Una, el paso de frontera; dos, la vigilancia de las administraciones, que son 18; tres, cinco sedes regionales de vigilancia; cuatro, el Grupo de Respuesta e Inteligencia Aduanera, que son funcionarios del Ministerio del Interior que trabajan en comisión bajo mi mando en la Aduana; tienen potestades de investigación, aplican la inteligencia policial a los casos aduaneros y han sido los responsables de las investigaciones que condujeron a estos resultados.









