EC —Según lo que se informó hasta ahora, la planta se ubicaría a no más de 25 kilómetros de Paso de los Toros.
VR —Lo único que se ha dicho es del cruce de la ruta 5 y el río Negro, en el medio del puente, a 25 kilómetros. Diría que por los comentarios que ha hecho UPM más bien tenemos que mirar la media naranja hacia el oeste, porque ellos hablaron de que los vertederos iban a estar aguas abajo de Paso de los Toros. Pero tampoco nadie ha confirmado que sea en Paso de los Toros.
EC —La ubicación exacta todavía tiene puntos de indefinición.
VR —Sí, y creo que los va a tener por algún tiempo más, pero no demasiado largo, porque es muy difícil planificar una infraestructura con algún grado de detalle sin ubicar por lo menos una zona donde se ubique el objeto.
EC —¿Cuánto se ha avanzado en estos cuatro meses desde que UPM hizo el anuncio de su posible instalación? ¿Qué cosas están ya definidas, resueltas, en lo que tiene que ver con su cartera específicamente?
VR —Las cosas van a estar definidas cuando al cerrar el paquete las partes digan “vamos adelante con el emprendimiento”. En estos cuatro meses se ha avanzado mucho en el estudio, en el conocimiento y en la definición de lo que puede ser y de lo que no puede ser. Porque acá hay las obras, las inversiones, las posibilidades técnicas, pero también los tiempos. Es una ecuación que hay que resolver de modo que cierre, porque el tiempo es un factor fundamental para que el efecto que todos esperamos que esta iniciativa vuelque al país se vuelque en condiciones que realmente favorezcan al conjunto de la actividad económica y de los ciudadanos uruguayos. Podemos tener un proyecto como esa Torre Ejecutiva que usted mira, que estuvo 46 años sin terminarse, ahí no sabríamos si ganamos o perdemos. Esto tiene que realizarse en un plazo que no puede ir mucho más allá del año 2021 para la puesta en funcionamiento.
EC —2021 es la fecha para la inauguración de la planta.
VR —En el 2021 como máximo el complejo tiene que estar funcionando para que la ecuación cierre. Por eso digo que el tiempo es un factor que está presente.
EC —Hablemos del extremo del proceso productivo previsto, de la salida de la celulosa producida en esa planta II de UPM. Usted dijo en estos días que el puerto de Montevideo “es la opción más indicada en este momento” para la salida de la producción. Se había manejado otra, la de Puntas de Sayago. Y la opción del puerto de Montevideo viene con mucha polémica. Dudas, cuestionamientos, en primer lugar por la alteración que los largos trenes que va a tener que usar UPM producirían en el movimiento de la ciudad, y en segundo lugar por los impactos que ese movimiento generaría dentro del puerto mismo, con sus características actuales. ¿Para usted esto ya está laudado? ¿Es el puerto de Montevideo?
VR —Yo no soy el que va a tomar la decisión final. Espero aportar a la decisión final, espero poder fundamentar y en la medida en que así se considere, hacer el esfuerzo por llevar adelante las cosas para que salgan.
EC —¿Cuáles son sus argumentos?
VR —Todavía no voy a abrir la discusión en este sentido, no lo creo conveniente aún. En primer lugar, porque hay trabajos, estudios, pero no hay definiciones. Primero se tienen que tomar las definiciones. Los estudios quedaron interrumpidos por estos 15, 20 días de fines de diciembre y enero, en que las delegaciones representantes de UPM volvieron a Finlandia. Nos volveremos a encontrar, hemos avanzado en muchos puntos, hemos encontrado coincidencias y hemos aprendido, pero hay muchos puntos que todavía tienen que discutirse, profundizarse.
Pensando en eso que le comentaba de los tiempos, no existe la posibilidad de crear condiciones en algún otro punto del territorio nacional para cumplir la función de ser el puerto final de transporte de la celulosa en Uruguay, pero el punto inicial para poder sacar fletes completos de Montevideo para poner la celulosa en algún otro lugar del mundo.
EC —¿Cómo es eso de los fletes completos?
VR —Barcos que carguen totalmente su carga en Montevideo y que lleguen a destino con esa carga sin tener que hacer ninguna escala intermedia de complementación, como pasa actualmente, con un efecto muy importante en el costo de los fletes que paga el que lleva la mercadería y en los resultados que recibe Uruguay por esos fletes.
EC —Por ejemplo, los barcos que transportan la celulosa que se produce en la planta de UPM ubicada en Fray Bentos […] no salen con sus bodegas plenas, por un problema de calado.
VR —Hoy por hoy [esa carga] sale de Fray Bentos [en barcazas], hace una escala en Nueva Palmira y a ese puerto vienen barcos que retiran parte de la carga, que se complementa en los puertos de Santos y de Río Grande con carga de plantas de celulosa, algunas de ellas muy importantes, que funcionan en Brasil. Eso está permanentemente compitiendo con nuestras posibilidades y con nuestros precios. Por lo tanto, nos interesa que salga un barco completo con celulosa producida en el Uruguay y hasta el destino completo.
EC —Y para que esas condiciones se den, para que esos requisitos se cumplan, no hay tiempo, salvo que se use el puerto de Montevideo.
VR —Y no hay ni los recursos para realizar las instalaciones que se necesitan, que no es solo hacer un muelle y dragar –lo que, por otra parte, tiene un altísimo costo y hay que mantenerlo después–. Y ni siquiera depende solo de eso, porque un puerto no es solo un muelle y una profundidad, también una serie de servicios complementarios que se necesitan. Por lo tanto, tenemos que asumir razonablemente que si el objetivo es poner en marcha un proyecto de estas características y que cumpla con determinadas etapas, ahí tenemos la opción. El puerto de Montevideo está en condiciones de mover esos dos millones de toneladas anuales, ya mismo podría hacerlo. Mueve 13, 14 millones, perfectamente podría abordar un par de toneladas más.
