
EC —¿En qué consiste?
GR —Es una ONG que se dedica a ayudar a gente de más de 50 años que quiera emprender y que quiera crear empleos a través de crear empresas. En los tres años y medio, cuatro años que tenemos, hemos ayudado a crear más de 22 empresas que hoy están funcionando, y se han presentado 33 más para este año.
EC —¿Cómo es que salta de la India a la China?
GR —Yo tenía 2.000 personas en China que me reportaban, pero siempre fui muy internacional. Me fui de Uruguay en el año 62 para estudiar negocios internacionales y siempre me interesó esa parte del mundo porque no la conocía. Entonces siempre tuve el interés de aprender lo que no conocía.
EC —¿Cómo termina de presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China?
GR —Me lo pidieron los presidentes anteriores. Yo vengo de la parte de tecnología, de esa parte más tecnológica, entonces quizás era el momento de no pensar solo en commodities, seguir pensando en exportar lana y soja y todo lo demás, pero adicionar esas otras cosas que podemos exportar a China en las que yo puedo tener experiencia.
EC —Alude a que en el pasado la Cámara de Comercio, que se creó en el año 1986…
GR —Sí, tres años antes de que hubiese relaciones entre Uruguay y la República Popular China.
EC —Pero hasta ahora había estado presidida por empresarios del sector primario, lanas, etcétera. Ahora se buscó darle otro giro. Esto fue a partir de julio del año pasado, usted lleva un año y algo como presidente. ¿Qué vio de interesante en una oferta como esa usted que, como acaba de decir, tiene 75 años?
GR —Me gustan los desafíos. Cuando llegué a Uruguay a abrir este negocio de la India me dijeron “aquí no se puede”, entonces le dije a mi mujer “vamos a hacerlo, lo voy a hacer, porque me dicen que no se puede”. Si usted me quiere enganchar en algo, dígame que no se puede hacer y me engancho enseguida.
EC —¿Cuánto tiempo le está dedicando a la Cámara de Comercio?
GR —Ahora mucho por el viaje del presidente y la delegación, pero uno le tiene que dedicar un par de horas por día, porque hay mucha gente interesada en hacer negocios con China hoy, que pregunta sobre China. Y China es un país muy intrigante, misterioso, la cultura es muy diferente de la nuestra, entonces no es que uno va con una valija y tres nombres y empieza a vender allí. Es un proceso que hay que estudiar y se necesita apoyo para hacerlo. Estamos en la Cámara China para ayudar.
EC —Usted ha hablado en distintas declaraciones de la cultura china en materia comercial, ha dicho “los chinos son enigmáticos, difíciles, hay que entenderlos antes de concretar algún tipo de acuerdo”. ¿Cómo diría que se trata con esta gente?
GR —Las reglas de juego muchas veces, como también en los países árabes o en Estados Unidos, son diferentes de las nuestras. A lo mejor lo que nosotros llamamos un acuerdo final es el principio de una negociación fina para los chinos. La gente que va de turismo sabe muy bien que va a comprar algo por un precio y tiene que ofrecer el 10 % de lo que le pidieron para llegar al precio al que al final le venden. Son cosas que hay que aprender de China. Los chinos no van a aprender a negociar con nosotros, nosotros tenemos que aprender a negociar con China.
EC —Decía que acepto el cargo de presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China porque hay dificultades por delante, porque tiene complejidades y si es así a usted le sirve. ¿A qué complejidades se refiere, a qué dificultades en este momento en particular? ¿Qué es lo que hay por delante en la relación Uruguay-China? ¿Piensa por ejemplo en la idea de un TLC, en la negociación de un TLC?
GR —Pienso que Uruguay se beneficiaría con un TLC porque otros países lo tienen. Si nadie lo tuviese no lo precisaríamos, pero lo tiene Australia, lo tiene Nueva Zelanda, lo tienen otros países que compiten con nosotros en los productos que podemos exportar con grandes ventajas. Entonces también nosotros necesitamos tenerlo, por eso es importante el TLC.
EC —¿Esa es una de las tareas que tiene entre manos? ¿Es una de las ocupaciones de la Cámara de Comercio?
GR —No, en absoluto. Esa es una cosa del gobierno, como siempre el Poder Ejecutivo es el que está manejando esto y lo está llevando adelante.
EC —¿Qué información tiene? ¿Cómo viene el proceso?
GR —Entiendo que el proceso está en que el presidente Vázquez y los ministros que lo acompañan van a conversar, con el consentimiento del gobierno chino, sobre la posibilidad de un TLC, pero que no hay un documento que se vaya a firmar, “acá está el TLC, fírmelo”, ni hay un documento presentado. Es una etapa muy preliminar, pero es una buena señal de China hacia nosotros que esté dispuesta a negociar con nosotros, a hablar sobre negociar con nosotros un TLC.









