
EC —Sí, además uno de los argumentos suele ser “todo depende de la persona, no se puede sacar una conclusión muy general”. Puede ocurrir que pequeñas concentraciones de alcohol en sangre a unas personas las alteren a los efectos de la conducción.
GR —Pero pasa lo mismo cuando una persona toma un calmante o está 15 horas sin dormir, hay un montón de situaciones que también llevan cierto nivel de riego. Entonces creo que nos tenemos que poner cierto umbral para poder convivir entre los ciudadanos. Por supuesto hay que ser riguroso, hay que hacer cumplir y hay que educar, pero nos parece que se fijó una postura muy fundamentalista –que está bien, a veces hay que dar un mensaje–, pero llega un momento en que hay que hacer una reflexión profunda y apuntar y pegar justito donde hay que pegar. El tema es sutil, tenemos que cuidar a nuestra población, y también tenemos que cuidar a nuestra población desde el punto de vista de la producción y del bienestar de la sociedad, que hace también a eso. Veamos todo lo positivo del tema vitivinícola y lo disfrutable de un producto familiar como es el vino.
EC —El proyecto de Niffouri y Castaingdebat fue rechazado de manera muy tajante por el director de la Unasev, Gerardo Barrios. Sostuvo que un planteo como este confunde a la población. Argumenta que la ley no prohíbe a nadie tomar alcohol, sino que le dice a la gente que si toma alcohol, por mínimas cantidades que sean, no debe conducir vehículos. Es decir, la libertad de tomar cuanto alcohol se desee sigue existiendo en Uruguay. De hecho, la senadora Mónica Xavier manejaba un argumento parecido cuando ustedes fueron a la comisión del Senado, decía: “En Uruguay uno es libre de tomar hasta el coma etílico”. El problema no es la libertad.
GR —No nos alegra eso. Está bien que uno sea libre, nos preocupa que la gente tenga educación y que no vaya al coma etílico. A nosotros sí nos preocupa que la gente beba cuando no debe beber. Y por supuesto que estamos hablando de todas esas situaciones que se dan, porque hoy conducir es un hábito que prácticamente lo tenemos que realizar todos los días, sobre todo la población adulta. Otra de las alternativas que dimos fue manejar la Ley de Tolerancia Cero –que algunos países lo tienen– hasta los 25 años y a partir de los 25 años, cuando uno muestra una capacidad y un entrenamiento superiores en el hábito de conducir…
RVE —… y una responsabilidad.
GR —… tener márgenes de tolerancia. El tema es delicado.
EC —Propusieron esa variante también, que existe en el mundo…
RVE y GR —Sí, sí, por supuesto.
EC —… que la tolerancia cero rija hasta los 25 años.
GR —Como también existe en el mundo el tema de las edades y mucho control del consumo de alcohol en las edades. Ahora venimos de Nueva Zelanda y allí por todos lados había carteles que decían: “No se disguste si le pedimos el documento aunque tenga 21 años, porque puede parecer menor y si es menor no puede consumir alcohol”. Eso realmente se cumple. Acá sabemos que no.
EC —Sin embargo, Barrios es muy enfático en que hay un riesgo. Escuchemos cómo lo decía en alguna de las declaraciones que ha formulado a propósito de este debate que se ha replanteado.
(Audio Gerardo Barrios)
…Así como no estábamos de acuerdo en que la tasa fuera 0,3, porque se sabe, y los organismos expertos en materia de alcohol y conducción así lo manifiestan, lo publican y lo recomiendan, que una tasa mínima de alcohol es suficiente para incrementar el riesgo de un siniestro de tránsito. Eso se paga y lo pagan otros a veces toda la vida, y eso es lo que hay que evitar.
(Fin audio)
EC —¿Han hablado con él? ¿Han tenido intercambios con el doctor Gerardo Barrios?
RVE —No.
EC —Con él directamente no.
GR —No, no, no.









