
EC —Esa es una primera advertencia que ustedes hacen. ¿Qué más?
RVE —Además el vino es la bebida alcohólica más controlada por lejos en nuestro país. Se controla desde la producción de uva en el viñedo, después cuánto vino se puede hacer con esa producción de uva en las bodegas, y llega al punto de que hoy existen análisis que permiten, tomando una muestra de cualquier vino que esté en plaza, saber exactamente si el alcohol de ese vino provino de la fermentación del jugo de la uva o de un agregado espurio. En el Uruguay no hay una bebida más controlada en su calidad y en su genuinidad que el vino.
EC —De todos modos, tenemos un problema con el alcoholismo.
RVE —Por supuesto.
GR —Y justamente, la prueba de que la responsabilidad de ese problema especialmente no es del vino es que en los últimos 15 años su consumo ha venido disminuyendo y todos tenemos la sensación de que el problema del alcoholismo ha aumentado. Hay muchos países que tampoco miramos como ejemplo que han hecho una política contra el consumo de alcohol diciendo de alguna manera “deje de consumir bebidas de alto tenor alcohólico y utilice el vino como una bebida alternativa, que además tiene otro montón de beneficios”, se hace una prevención del mal consumo de alcohol.
EC —¿Qué países han ido por ese camino?
GR —Rusia, por ejemplo, la idea era “no consuma vodka, consuma vino”.
RVE —De hecho, en algunos momentos Uruguay ha hecho exportaciones importantes de vino a Rusia, justamente por este motivo. Ellos están tratando de fomentar el cambio del consumo de bebidas destiladas de alto tenor alcohólico a bebidas como el vino.
EC —¿De qué manera entonces podría estar contemplado de manera diferencial el vino en esa ley que se está preparando?
GR —Un primer problema –aunque consideramos que ya pasó un tiempo, pero tal vez en algo se esté a tiempo– es que un organismo como Inavi no haya estado representando al sector vitivinícola en esa comisión ad hoc que convocó el presidente, con todo lo que tiene para aportar, en el sentido de control de los alcoholes y de prevención de los daños que se puedan ejercer sobre el sector. Teníamos seguramente mucho para aportar en el sentido de la salud pública y en el sentido de hacer las cosas con la mayor racionalidad posible.
EC —Esa observación que ustedes hacen es llamativa. Efectivamente uno tiende a pensar que el Inavi o algunas de estas gremiales que ustedes representan debieron haber formado parte de esa comisión. Esa comisión ya lleva mucho tiempo reuniéndose. ¿Cómo es que el Inavi mismo no ha reclamado? Es raro también, ¿no?
GR —Lo ha reclamado por distintas vías. Ahora se presentó una carta formal pidiendo la participación.
EC —O sea que lo primero que ustedes piden es participación en la comisión.
RVE —Sí.
EC —¿Y qué más? ¿Ya tienen ideas para presentar? Algunas estaban esbozando, pero ¿por qué lado irían?
GR —Todos los alcoholes deben tener el mismo control que tiene por ejemplo el vino. Eso es un primer asunto, porque el vino es un producto aparte del complejo, es un producto con una regulación absolutamente estricta. Si el consumidor presta atención, cada botella de vino tiene una estampilla, que es como un sellito que va arriba, un papelito adherido, que da la total garantía de cuál es el origen, hasta de dónde vino la uva, se sabe cuántos litros produjo esa industria, cuántos litros se elaboraron, hay un control de stock. Incluso, para el Estado y para la DGI, el vino aporta el 100 %, todos los impuestos, mediante retenciones que realiza el Inavi al hacer el control y las declaraciones de volumen. Cosa que ningún otro alcohol tiene. Lo que pretendemos es que el vino tenga un tratamiento diferencial importante. Hoy se venden otras bebidas entreveradas en las heladeras con los refrescos y el vino está en otro lugar. Tal vez los alcoholes tengan que estar todos juntos. Por ahí está bien que haya un análisis, que haya una ley holística, pero hay que trabajarla en profundidad para que lo que se haga se haga con absoluta corrección.
EC —¿Algo más sobre eso?
RVE —La ley establece medidas bastante más restrictivas para la venta y el consumo de alcoholes de todos los tipos, y nosotros creemos que hoy ya existe un control muy férreo sobre eso. Lo que pasa es que también debe ser férreamente controlado que eso se cumpla.
EC —Usted decía que hoy existe un control muy férreo; no sé si existe un control muy férreo: hay disposiciones que establecen una regulación férrea. Otra cosa es que se cumplan efectivamente.
RVE —Exactamente, así es. No sirve de nada tomar medidas desde el escritorio si después, cuando se llega a la vía pública, no se es estricto en su cumplimiento. Lo cual sí ocurre, repito, con el vino, porque el Inavi está permanentemente, desde la producción de la uva hasta que la botella llega al consumidor, controlando todo el proceso.
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EC —¿Cómo sigue esto? Ustedes estuvieron en la comisión del Senado a principios de este mes. ¿Qué consecuencias ha tenido esa discusión? ¿Qué otras gestiones han hecho? Vi, por ejemplo, que el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, salió a respaldar el planteo.
GR —Sí. Justamente, lo que estamos buscando con esto es sensibilizar a todas aquellas autoridades que puedan tener alguna influencia sobre la marcha de este asunto, para hacer conocer esa voz que en un primer momento, cuando se formó la comisión que tuvo a estudio el tema, no fue tenida en cuenta.
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Transcripción: María Lila Ltaif









