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Entrevista central, lunes 24 de julio: Emanuel Adler

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EC —Ya volveremos sobre eso, pero volviendo al título de la conferencia, ¿están “en recesión” las democracias en América Latina?

AG —Dejame responsabilizarme y responsabilizarnos de la consigna, en verdad en las primeras reuniones del comité organizador decíamos que todo congreso tiene una consigna y que tenía que ser de verdad, tenía que funcionar como la columna vertebral del congreso. ¿De qué queremos discutir?, ¿qué queremos proponerle a nuestros colegas de América Latina que discutan en este momento en este lugar, Uruguay? Y los uruguayos siempre estamos pensando en la democracia y la igualdad, y estamos muy preocupados por lo que está pasando en América Latina, propusimos discutir si las democracias están en recesión. Porque uno mira Brasil y se preocupa, mira a Venezuela y llora, seguís recorriendo los países y hay por todos lados luces amarillas o rojas, mirás los datos del Latinobarómetro o de los proyectos de opinión pública y… En fin, queríamos que esta consigna estuviera planteada desde el principio, entonces le pedimos que enfocara su conferencia desde ese punto de vista, entonces lo llevamos para otro lado.

EA —Sí, quisiera agregar que gracias al profesor Garcé me hice un BA en democracia y América Latina, porque mi primer libro fue sobre América Latina, sobre ciencia y tecnología en la región, especialmente de Argentina y Brasil, energía nuclear y computadoras. Pero después me fui al mainstream, el centro de las relaciones internacionales y no volví en el sentido funcional a América Latina.

EC —Y volvió ahora, ¿cómo que hizo un curso?, ¿qué quiere decir?

EA —Cuando me enteré del tema me puse a trabajar un poco sobre América Latina para enterarme un poco más. Yo en mi trabajo, como mencioné antes, desarrollo un concepto que se llama comunidades de prácticas, que son comunidades de una práctica en común con un conocimiento de fondo en común, porque toda práctica está basada en un conocimiento tácito o explícito, y es una comunidad. Los que hacen activismo de medio ambiente o de derechos humanos o los que son profesores, son comunidades y hacen prácticas. Y las prácticas en realidad nos crean, porque primero existe la legislación y después el legislador. Entonces me puse a pensar en América Latina y en Uruguay, y pensé en, aunque fuera un poco idealista, presentar a Uruguay como una comunidad de prácticas democráticas.

AG —Es una idea hermosa.

EA —Entonces desarrollé el tema, y lo voy a presentar mañana. Estoy seguro de que hay gente que va a preguntarse de qué estoy hablando, porque el que vive adentro siempre ve los problemas, pero…

AG —Que los hay.

EA —Yo sé que los hay, desde que me subí al taxi me enteraron de que los hay…

EC —Él, en cambio, sobrepasa esos inconvenientes y prefiere mirar a Uruguay y al funcionamiento de su democracia de otra forma, ¿al punto de que la considera de algún modo un ejemplo, un paradigma?

EA —Yo no diría un paradigma, pero sí que… voy a presentar la teoría de un famoso pragmatista estadounidense, John Dewey, con todos sus parámetros, de qué es democracia. Una de mis tesis va a ser que hay una relación bastante cercana entre lo que él considera la democracia, que está contra todos los igualismos, o republicana o liberal, no, y republicana y liberal; directa y representativa; etcétera. Yo volví un poco a la trayectoria de Uruguay y resolví intentar mostrar a mis colegas que mirar el tema de la democracia por intermedio de las prácticas puede tener cierto valor.

EC —Y puede llevar a conclusiones sorprendentes, interesantes.

EA —Espero, esa es la meta de todos nosotros, los actores académicos.

EC —Usted llega a la conclusión de que la democracia uruguaya no está en recesión, para nada, pero la pregunta era a propósito de América Latina en general, ¿entonces?

EA —En América Latina en los últimos 20 o 30 años hay un orden democrático con diferentes prácticas en los distintos países, o sea que no es diferente solo a nivel histórico sino también geográfico, por ejemplo, Uruguay por un lado y Venezuela o Bolivia por el otro. Pero, entonces, yo veo a Uruguay como comunidad de práctica, porque parte de la teoría es cómo las prácticas se expanden, entonces ahí yo hago un gancho con la integración regional, porque para mí la identidad es algo central de las comunidades de práctica, vos tenés una identidad en común con la gran mayoría de los periodistas, aunque no los conozcas, para mí la cuestión de la integración regional, de crear una comunidad de práctica democracia, es fundamental…

EC —¿Uruguay podría ser el impulsor de ese encare de la integración regional?

EA —Claro, es un poco idealista pensar que podría ser el impulsor, pero creo que hay un término en relaciones internacionales: softpower, poder blando. Creo que este es un poder blando de Uruguay, porque los uruguayos tienen esa… Es una identidad, como uruguayos, que los distingue de los ciudadanos de los otros países de la región. La cuestión es cómo las prácticas se pueden expandir a América Latina y en vez de pensar exclusivamente en integración económica -abierta, cerrada o en el medio- pensar en crear una comunidad de práctica democrática, no donde haya una cláusula de democracia sino con la democracia a la cabeza con cláusulas, organizaciones e instituciones de economía, sociales, etcétera, para impulsar la integración.

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