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EC —¿Cómo se llama el pájaro carpintero del paisaje cubano al que aludías recién?
ALP —Carpintero real, Campephilus principalis.
EC —Dice un oyente, Miguel, que existe en Uruguay en varios departamentos. Tiene el tamaño aproximado de un hornero, suele anidar en paraísos. ¿Puede ser?
ALP —No, esa es otra especie. Esta especie es diferente. Por supuesto en Uruguay también hay carpinteros; capaz que tiene el mismo nombre común, pero no es la misma especie. Este animal es bien grande.
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EC —La muestra no abarca solo la fauna y la flora de Cuba y su zona de influencia, también se ocupa de la cultura y la sociedad. ¿Cómo es eso? ¿Por qué?
ALP —Nos pareció que si íbamos a hacer una muestra sobre Cuba teníamos que abordar temas contemporáneos. Cuando estábamos pensando en el contenido, hubo una decisión temprana de que tenía que ser Cuba hoy, Cuba ahora, porque es lo que a la gente le interesa y lo que debería estar profundizando. Mucho se ha dicho ya sobre su historia. Además, aunque los temas políticos o la historia del arte no son la competencia de nuestro museo, un poquito de eso pusimos como texto. Pero los temas culturales sí son competencia de nuestro museo porque tenemos un Departamento de Antropología y colaboramos con varios consultores antropólogos, especialistas en política internacional, etcétera, que nos dieron consejos a medida que íbamos desarrollando la exhibición.
EC —Imagino que algunos de esos aspectos, como los económicos, los sociales, y sobre todo los políticos, pueden haber dado lugar a negociaciones sobre hasta dónde llegar. ¿Cómo fue eso?
ALP —No, porque esa parte no la trabajamos con los cubanos. Los colegas cubanos eran del Museo Nacional de Historia Natural y quisieron dejar la colaboración solo en los temas de biodiversidad. Entonces la parte que tiene que ver con lo cultural la elaboró nuestro museo. Ellos revisaron las traducciones, y creo que si hubiera habido algo que generara algún problema lo habrían resaltado. Tuvimos una delegación de colegas cubanos que vinieron a visitar el día de la apertura, entre ellos la presidenta de la Agencia del Medio Ambiente de Cuba. Visitaron todo, leyeron todo y quedaron muy contentos con la exhibición. Incluso con la película de 10 minutos que elaboramos especialmente para esta exhibición, que es una reseña histórica de Cuba.
EC —Si vamos a lo que es tu materia, la biología, ¿por qué Cuba es tan rica, por qué es tan interesante?
ALP —Creo que la gente no sabe que Cuba es un archipiélago, no es una isla.
EC —Sí, solemos decir “la isla”, pero son un montón de islas… ¿Cuántas son?
ALP —Más de 4.000 islas, es increíble. Muchas son muy pequeñitas, pero son más de 4.000. Además, la isla principal, la isla de Cuba, es realmente grande para el contexto caribeño, domina el Caribe, está en el centro del Caribe. Ha estado aislada durante millones de años y al mismo tiempo no está suficientemente lejos como para que las cosas no puedan llegar. Las especies sí han logrado llegar a Cuba, y cuando llegan sí están aisladas y la evolución a partir de ese momento puede tomar caminos impredecibles o inusuales. Algo que sucede mucho en las islas es que se desarrollan especies que no se ven en ningún otro lugar o que las especies tienden al gigantismo o a la miniaturización. En Cuba tenés el ave más pequeña del mundo, el zunzucito, como le dicen, que es un picaflor muy pequeño, puede llegar a pesar 1,7 gramos.
EC —¿Cuánto mide?
ALP —No tengo la medida, pero es el picaflor más pequeño del mundo y el ave más pequeña del mundo. Al mismo tiempo, Cuba tuvo el búho más grande del mundo, tenía animales que se extinguieron que eran realmente inusuales. Y la gente no lo sabe. Finalmente, hay muchas especies que solo se encuentran en Cuba, en ningún otro lugar. Por ejemplo, más de la mitad de las plantas que existen en Cuba solo existen en Cuba. En cuanto a los anfibios es aún más impresionante, el 95 % de las especies de ranas que viven en Cuba solo existen allí. Es casi como el Madagascar del Caribe. Y nos parecía que eso no se conocía.









