EnPerspectiva.uy

Entrevista central, martes 22 de noviembre: Luciano Supervielle

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Volvamos a la música. Has contado que tu relación con la música empezó con la guitarra a los seis años y que tu primer piano te lo regaló una tía cuando tenías 10. A partir de ese momento comenzaste a estudiar ese instrumento en particular, el piano. ¿Qué fue lo que te gustó, qué te atrajo del piano?

LS —Hay una atracción natural. Desde chico, antes de tener ese piano que me regaló mi tía, yo ya tenía tecladitos y cada vez que veía un piano era una cosa que me atraía, me sentaba a jugar y a sacar melodías de oído. Tenía ya esa relación antes de tener el piano, más allá de que empecé estudiando guitarra. Mis primeros conocimientos de acordes, de armonía, de “teoría musical” fueron a través de la guitarra.

Y en un momento, al tener un piano en mi casa, a los nueve o 10 años, empecé a estudiarlo de manera más formal. Con los años, poco a poco, uno va generando una relación especial con el instrumento y el piano pasó a ser mi instrumento, el instrumento con el que hasta el día de hoy más me identifico.

EC —¿Qué pasa con el piano?

LS —Es como todo, uno pasa muchas horas de su vida, mucho tiempo, mucho esfuerzo frente al piano. Hay momentos en los que el piano pasa a ser una cosa espiritual casi, realmente uno genera esa relación que va construyendo con los años. En este disco le hago un homenaje a ese instrumento, pero sobre todo a mi acercamiento a ese instrumento, y es un acercamiento muy variado, que va desde lo clásico, dentro de lo clásico tiene muchas puntas, pero también están las influencias del rock de Charly García, aparecen muchos acercamientos diferentes a ese instrumento a través de los años y como que uno va “especializándose” y generando un sonido propio. Es una construcción que se va dando a través de los años.

EC —¿Y cómo llegaste a la composición? Porque el hecho de que tocaras piano no implicaba necesariamente que tuvieras que componer, crear tus propias obras.

LS —Eso también se fue dando de manera muy natural. Obviamente, como cualquier músico, cuando uno empieza a hacer música todo lo que hace se parece mucho a la música de sus referentes. Poco a poco –y te diría que me pasó desde bastante chico– uno va alejándose de esas influencias o por lo menos tratando de aportar cada vez más cosas propias. La realidad es que vos escuchás mi disco hoy y es muy fácil detectar cuáles son las referencias –más que influencias– que hago a algunos compositores en particular: Debussy, Chopin, Beethoven, Charly García. Pero también hay una intención de decir algo nuevo siempre y de encontrar un lenguaje propio. Eso desde muy chico también, es una construcción, no es una cosa que pasa de un día al otro. Es muy difícil encontrar bandas de tipos de 20 años o más chicos que tengan un sonido –existen, las encontrás todo el tiempo, hasta el día de hoy hay bandas–, es una cosa que lleva años de construcción, ir despegándote de tus referentes para ir encontrando un sonido propio.

EC —¿Cómo formó parte de tu evolución, cómo se inscribió en esa peripecia que describías este sonido?

[Audio “Pendeja”, del disco The perro convention, de Plátano Macho]

EC —Tus inicios en la música popular vinieron por este lado, del hip hop.

LS —Sí, mis inicios de manera más profesional.

Comentarios