EC —Tus inicios públicos.
LS —Sí, de firmar contratos, de grabar discos en estudios, de ir de gira a Argentina. Plátano Macho es mi época de los 16 a los 19 años, después me fui a vivir a Francia. En esa época el hip hop ya tenía un lugar muy importante en mi vida. Yo llegué con ocho años a Uruguay, después de haber vivido cuatro años en México, y tenía discos de rap y de hip hop, más enfocados al rap infantil y cosas más comerciales, pero era parte de la influencia que me venía de allá. En Plátano Macho varios habíamos vivido en el exterior y ya habíamos tenido contacto con el hip hop, entonces ya era parte de mi cultura en ese momento. Acá en Uruguay todavía estaba empezando esa movida, estamos hablando de los 90. El hip hop me acompaña desde muy chico, yo ya tenía discos, ya hacía escraches en mi casa jugueteando. Simplemente lo volqué en mi música de manera más seria, pero ya era parte de mis herramientas.
EC —“Ya desde chico hacía escraches con la máquina…”, ¿cómo es eso?
LS —Parte de mis juegos de la niñez era escuchar vinilos, tenía muchos, música infantil francesa, música infantil mexicana, discos de hip hop, por ejemplo, y otras cosas, Michael Jackson, etcétera. Hacer escraches es simplemente hacer ritmo pasando para adelante y para atrás el vinilo. Al principio lo hacía de manera muy artesanal, sin el míxer, sin la tecnología que se ha desarrollado en torno a esa técnica musical. Es como un instrumento rítmico, uno juega con el ritmo, y la fuente de sonido que utiliza es muy variada, depende del disco que pongas. Es un instrumento superrico, con una técnica superdesarrollada. En ese momento lo hacía de forma muy autodidacta; hasta el día de hoy, que hago escraches en vivo, mi técnica es muy autodidacta, pero por ejemplo existe en Berkeley una carrera de DJ y una de las disciplinas es el escrache.
EC —Hablaste de Francia, y en ese tema te escuchábamos cantar en francés. ¿Cómo está Francia metida en tu vida? Tu apellido es francés, claramente, naciste en Francia.
LS —Nací en Francia, mi madre es francesa, mi viejo uruguayo, exiliado durante la dictadura. Mamé de la cultura francesa desde chico y siempre mantuve ese contacto, no solo por volver, sino por intereses. Fui al Liceo Francés acá, siempre mantuve ese contacto de amigos, de familia, de volver siempre, y Francia no sé si no es de los primeros lugares que desarrollaron la cultura del hip hop en Europa, después de Estados Unidos. Seguramente a la par de Inglaterra, pero hay una cultura de hip hop muy antigua en Francia desde los años 80, con mucha personalidad y mucha identidad propia. De chico ya tenía contacto con el hip hop francés, hasta el día de hoy es muy importante allí, pero tuvo quizás su auge en los 80, 90.
EC —El paso siguiente, y probablemente uno de los más significativos de tu carrera ocurrió hace 15 años, cuando nació Bajofondo.
[Audio “Perfume”, con Bajofondo]
EC —“Perfume”, esta canción que canta Adriana Varela con Bajofondo y que tú compusiste en el primer álbum de la banda Bajofondo Tango Club, año 2002.
LS —Esta composición es a medias con Jorge Drexler. En esa época yo tenía 21 o 22 años, fue una época de muchas decisiones muy fundamentales de mi vida. Antes de Bajofondo ya estaba viviendo en Francia, había decidido irme allá a estudiar y a hacer música. Venía trabajando ya con Jorge Drexler desde su disco anterior, Frontera, justo antes de irme, y cuando hizo su siguiente disco, que fue Sea, que produjo Juan Campodónico, los dos me convocaron a participar en la producción de ese disco y Jorge me incluyó en su banda para salir de gira. Entonces fueron como tres años de estar viviendo en Francia, pero yendo muchísimo a España a trabajar con Jorge, y en ese momento fue cuando empezó Bajofondo. Cuando estábamos haciendo el disco Sea se juntaron Santaolalla y Campodónico en España a tirar varias ideas, entre las cuales estaba Bajofondo, y como yo estaba trabajando con Juan me integraron desde el inicio, empecé a componer, a tirar ideas. Fue un momento clave de mi vida, que después significó mi decisión de volver a vivir a Uruguay.
