Entrevista con el contador Enrique Iglesias.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 11.10.2017, hora 08:27
EC —En un discurso que pronunció ante el Parlamento regional, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, dijo que, al presentar en ese ámbito los resultados del referéndum del 1.º de octubre, asumía ante los legisladores el mandato de que Cataluña se convirtiera en un Estado independiente en forma de república. Lo aplaudieron… pero acto seguido agregó: “El gobierno de Cataluña y yo mismo proponemos que el Parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia con tal de que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible llegar a una solución acordada”. Horas después, en otra sala del Parlamento, los legisladores del bloque independentista firmaron una declaración de secesión de carácter simbólico.
Hoy el gobierno de España, encabezado por Mariano Rajoy, se reunió en Consejo de Ministros, luego de lo cual Rajoy informó que le ha requerido a la Generalitat que confirme si declaró la independencia o no. “Este requerimiento es previo a cualquiera de las medidas que el gobierno puede adoptar al amparo del artículo 155 de la Constitución”, especificó Rajoy. Insistió en que el gobierno quiere ofrecer certezas y claridad a los españoles y a los catalanes. “En la contestación al requerimiento el señor Puigdemont tiene la oportunidad de aclarar tantas llamadas que ha tenido desde tantos ámbitos para que se recupere la legalidad. Si Puigdemont respeta la legalidad se pondría fin a un período de ilegalidad e incertidumbre. Es lo que todos esperan para poner fin a la situación que se está viviendo en Cataluña”, siguió diciendo Rajoy.
Hemos estado siguiendo este tema de cerca en las últimas semanas. Hoy lo hacemos de nuevo, y para eso recibimos a una de las voces que siempre vale la pena tener en cuenta en cuanto a la coyuntura internacional. Me refiero al contador Enrique Iglesias, excanciller de la República.
Usted está muy pendiente de esta crisis, lo toca de cerca por varios lados. Para empezar, usted español, nació en Asturias, y además fue secretario general iberoamericano. ¿Cómo viene su ánimo en estos días?
ENRIQUE IGLESIAS (EI) —Creo que es muy grave lo que está ocurriendo en España. Quizás lo más grave que ha habido desde la Constitución del 78 y sobre todo después del 23-F, el famoso incidente de tentativa de golpe de Estado. Es un hecho muy grave, que se está administrando con mucha habilidad en cierto sentido, porque se está llevando a conclusiones que vamos a ver finalmente cuáles son.
Lo que surge claro es que este tema de los nacionalismos es un tema endemoniado. El nacionalismo es una cosa que siempre me causó mucha preocupación porque despierta emociones, sentimientos y una gran irracionalidad, sobre todo el odio al otro. Hoy tenemos en España exacerbadas las relaciones entre España y Cataluña, no solamente en Cataluña, sino también en el resto de España. Las tenemos exacerbadas en la familia, entre los amigos. Todo esto por no haber seguido el camino de la ley. Hay formas de avanzar en estos campos de consulta, pero hay que hacerlo dentro de la ley.
EC —Da la impresión de que el sistema político español falló en el manejo de este asunto que lleva ya varios años en la agenda.
EI —Es importante recordar que este tema de la autodeterminación de Cataluña no es nuevo, ya había ocurrido en cuatro oportunidades en la historia, y una en el siglo XVIII fue muy grave, porque murieron 20.000 personas en el sitio de Barcelona, cuando el rey Borbón […] hubo un sitio y murió mucha gente. Después hubo oportunidades con la República, oportunidades con el gobierno de izquierda en el año 34. El tema ha estado presente en la historia y se reaviva ahora. Pero ahora estamos en una situación distinta, España es una gran democracia, la España del 78 puso en marcha una democracia que ha sido juzgada como una democracia ejemplar. Y también es cierto que en ese mismo período las autonomías –de las cuales Cataluña es una– han ganado un enorme espacio, en el uso de la lengua, en la administración de sus problemas internos. Y creo que los últimos 40 años han sido los más brillantes de la historia de España y de la historia de Cataluña. Todo esto junto hace que el tema tenga rasgos bastante más complicados que en el pasado.
