
EC —Quienes lo ven desde ese enfoque, por ejemplo el de que iríamos hacia una reducción de la cantidad de vehículos, dicen “en todo caso tiene más sentido que termine quedando de clavo un parking en altura”.
RC —No sería clavo porque sería mucho más fácil de transformar, de reciclar el edificio.
MF —Lo reciclás para otro uso, exacto.
EC —Porque un parking en un edificio, un parking en altura puede tener luego otro destino. Y aquí vamos a la consulta de los oyentes: ¿cómo se resolvería la solución alternativa en esa zona? ¿Dónde se podría construir parkings en altura? No abundan los terrenos.
MF —Yo no lo sé…
RC —En Villa Biarritz existe uno para el cual se ha pensado en una plaza…
MF —Ayer se mencionaron muchos…
RC —El de Benito Blanco.
MF —Y Vázquez Ledesma, sí. Ese terreno sigue siendo privado.
RC —Pero se va a hacer una plaza, lo que no es absolutamente necesario cuando tenés un parque espectacular.
MF —Yo no quiero –de vuelta estoy muy obsesionado con ser coherente– pasarle a otro barrio el problema que no quiero para mí. El problema del tránsito en Montevideo que lo resuelvan con cabeza inteligente quienes deben resolverlo. Nosotros estamos diciendo algo que creemos que todo el mundo sabe, pero que conviene recordar: que se hacen otras cosas, se hacen parkings en altura, alimentados con energía renovable eólica y limpia, por afuera decorados con jardines verticales que en vez de restar verde a las ciudades, suman verdes a las ciudades.
Es decir, la solución, no hay que ser ningún genio, pero nosotros claramente no la tenemos y no me corresponde a mí decir “como yo no quiero el parking Villa Biarritz, lo quiero en tal lado”. Perdónenme la referencia cultural a esta hora de la mañana, pero me gusta repetirlo cada vez que puedo: esto recuerda aquel viejo poema que se le atribuye a Bertolt Brecht –que al parecer nunca escribió, pero no importa–: “Primero vinieron por los comunistas, y como yo no era comunista no dije nada; después vinieron por los judíos, y como yo no era judío no dije nada; un día vinieron por mí y ya es tarde”. Esto es exactamente igual, yo no les quiero pasar el problema a otros, pero quiero que Montevideo nos ayude y nos defienda. Hoy vienen por Villa Biarritz, pero mañana pueden ir por el Prado y yo estaré peleando por el Prado, o pueden ir por el parque Rodó, y yo estaré peleando por el parque Rodó. Porque el afán de lucro y de dinero, que es un tema viejísimo en la historia de las ciudades, parece no tener límite. Entonces yo no les paso el problema que no quiero en Villa Biarritz a otros, pero ayúdennos a defender Villa Biarritz, que no nos rompan los cataplines porque eso es patrimonio no solo del barrio, es patrimonio de la ciudad y Montevideo no puede permitir que alegremente un parque que lleva además el nombre del poeta de la patria sea ultrajado de esta manera tan violenta.
EC —Hay preguntas a propósito de cómo hicieron en Europa, cómo hicieron en plazas emblemáticas de Europa donde hay estacionamientos subterráneos.
MF —Dos cosas han pasado –uso las palabras que aprendí leyendo e investigando sobre esto–. En muchos casos, como los llaman en las plataformas contra los parkings subterráneos, arboricidios, es decir, talaron y se perdieron los árboles. Y cuando no han cometido arboricidios han reemplazado tarde, tardía e infelizmente, el paisaje original que estaba. Y estamos hablando de lugares que no son parques, porque no es lo mismo hacer un parking subterráneo en la plaza Cataluña de Barcelona, donde arriba hay cemento, que hacer un parking subterráneo poniendo en riesgo un parque que es monumento histórico y que tiene árboles muy antiguos.
RC —Y tampoco es lo mismo hacerlo en Fernández Crespo y Mercedes, que hoy es una esquina que no tiene absolutamente nada, donde se va a construir un edificio y prácticamente es el subsuelo de un edificio en construcción.
EC —Estás mencionando un ejemplo concreto de otro parking subterráneo que está en marcha, aparentemente.
RC —Se ganó una licitación para construir abajo de nada, porque hoy por hoy eso es un proyecto.
***
EC —¿Qué dejó la reunión de ayer? Ustedes estuvieron con el alcalde del Municipio CH, Andrés Abt, quien fue uno de los promotores de los estacionamientos subterráneos. Porque el Municipio CH no abarca solo Villa Biarritz.
MF —Exacto. Ayer Andrés Abt, que es el alcalde, nos recibió en la sede del municipio. Él desmintió estar a favor de este proyecto y acusó una vez más, como lo hizo en una entrevista que concedió este año al semanario Crónicas, la falta de diálogo de la que los municipios se quejan respecto a la Intendencia. En esa larga entrevista básicamente decía que con la gestión de Ana Olivera había un diálogo mayor y que ahora no estaban siendo escuchados. En esa misma entrevista él se atribuía la paternidad de la idea de resolver el problema del tránsito. Ayer los vecinos lo pusieron en ese aprieto, él desmintió estar a favor de este proyecto y se comprometió a ayudarnos en defensa de los intereses de los vecinos.
EC —Pero entonces, ¿estuvo o no impulsando los estacionamientos subterráneos?
MF —Llamalo y preguntáselo, porque no está en mí hablar por el alcalde Andrés Abt.
EC —Como que ha habido dos posturas o cambio de postura.
MF —No ha sido del todo claro. Es interesantísimo y nos viene muy bien –porque en esto estamos unidos por encima de cualquier diferencia político-partidaria, que es el karma del Uruguay– saber que la Intendencia tiene un color político y la alcaldía tiene otro. Es decir, acá no hay amigos y enemigos y los que estamos en contra del proyecto seguramente votamos todos a partidos distintos. La conclusión, que es lo que importa –porque ayer quisimos agradecer el gesto y no vamos a desandar lo que hicimos ayer–, es que Andrés Abt, en su condición de alcalde, el jueves, mañana, llevará, además del acta de la asamblea en la que nos recibió, este petitorio que está circulando en internet, que tiene casi 7.000 firmas, para que de alguna manera la voz de los vecinos sea trasladada de forma oficial a la Intendencia.
EC —Hay un detalle que no sé cómo entra en esta reflexión. Supongamos que la Intendencia acoge el planteo y desactiva el plan; lo curioso es que puede terminar recibiendo una demanda de la empresa que se presentó al llamado. Por eso me llamaba la atención que no hubiera existido una consulta previa, por qué se disparó este proceso que ahora capaz que se frustra.
MF —La consulta previa no existió. Y nos olvidamos de decir, como señala hoy El País –porque ayer había prensa en la reunión, a mí me hicieron un par de entrevistas, no me di cuenta de que estaba el diario El País, pero hoy hay una crónica titulada “Furia en Villa Biarritz– que me parece un detalle nada menor, que el representante de la Intendencia comentó públicamente que el concesionario no estaría cumpliendo con las condiciones del pliego. No es la versión final, no es la última palabra, pero está en la prensa de hoy. Nos importa mucho estar atentos a eso, porque si el concesionario no está cumpliendo con las condiciones, ¿en qué estamos?
RC —Por lo pronto la Intendencia está exonerada de aceptar sí o sí.
EC —La Intendencia tiene el derecho de aceptar o rechazar.
RC —Puede declararlo desierto.
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Transcripción: María Lila Ltaif









