
EC —El 7 de marzo pasado, durante la sesión en la que se aprobó la interpelación, usted afirmó que uno de los objetivos del llamado es reclamar un cambio en la conducción de la educación, “para que en el tiempo que le queda por delante antes de que finalice su período este gobierno pueda dejar al país un proceso de cambio educativo en marcha […]. Para eso hay que cambiar, y hay que cambiar sobre todo a aquellos que hoy están al frente de la gestión de las políticas educativas”. ¿Por qué es un tema de nombres esto?
PM —Es un tema de concepción. Los nombres en sí no dicen nada, pero están asociados a una concepción, a una interpretación, a una línea política. Por algo Filgueira y Mir no están más, porque estaban en otra línea política. Es más, en la campaña electoral Tabaré Vázquez y el FA ofrecieron otra cosa, se habló de cambiar el ADN de la educación, lo cual –más allá de la discusión genética– traducido al sistema educativo es el reconocimiento de que era necesario un cambio estructural en la educación. Porque hablar de cambio de ADN es hablar de un cambio estructural.
¿Cuál fue el resultado? Dejó el mismo equipo de conducción donde se corta el bacalao, que es el Codicen. Nadie tiene dudas de que la ministra podrá ser esta o podrá ser aquella o será este otro, pero en definitiva donde realmente se define la cosa es en el Codicen. Entonces atrás de los nombres hay concepciones. El abandono del ProMejora es una concepción, el incremento de una burocracia intermedia alejada de los centros educativos es una concepción, el debate sobre el marco curricular común es una concepción. Todo eso está indicando un camino equivocado. Por lo tanto esta gente está identificada con ese camino equivocado.
EC —¿Y quiénes deberían asumir en su lugar, suponiendo que el gobierno atendiera su reclamo?
PM —Creo que hay gente en el FA, conozco gente, pero no la voy a nombrar, porque uno la nombra y la quema, es casi marcarla como opositora, que no lo es, es gente del FA pero que opina distinto. Un Tabaré Fernández, que mencioné en el bloque anterior, está pensando muy distinto. Pedro Ravela está pensando muy distinto, fue director ejecutivo del INEEd (Instituto Nacional de Evaluación Educativa) y se fue porque tuvo algunas diferencias. Para nombrar dos que son públicos, que son conocidos, pero hay muchos más. No le estoy pidiendo al gobierno “saque a estos y ponga a los míos”, estoy diciendo “saque a estos y ponga a los que van a llevar adelante lo que usted dijo que iba a hacer en la campaña electoral”. Y ni siquiera estoy planteando que vuelva a Filgueira, que vuelva a Mir. Estoy diciendo que ponga un equipo de gente comprometida con el discurso que le dijo a la gente, le prometió a la gente en 2014 para que lo votara, del que después se desentendió.
EC —Ahí está anticipándose a la pregunta siguiente que pensaba plantearle, que se basa en declaraciones del senador Rafael Michelini el día mismo que se votó la interpelación. Ese día, Michelini, del FA, cuestionó la idea, dijo: “Si se quiere cambiar la política educativa, lo mejor es encontrar los consensos y no derrotar a unos para imponer la orientación política de sectores que fueron los que menos adhesión de los ciudadanos concitaron”.
PM —No sé a qué se refiere, porque el FA ganó, y ganó diciéndole a la gente que iba a cambiar la educación. Entonces lo que le estoy diciendo al FA es que no ha sido consecuente con su prédica y que lo que le dijo a la gente que iba a hacer con la educación no es lo que está haciendo. Lo que estoy reclamando es que vuelva a lo prometido. Yo fui de los que creyeron que iba a haber un cambio en la educación. Pero cuando vi cómo distribuyeron las piezas en el juego dije “¿esto cómo se come?”. Un año y pico después quedó claro: los que realmente habían puesto la cara en la campaña en nombre del FA, no de los partidos chicos, se iban porque no podían hacer lo que dijeron que iban a hacer.
EC —Dijo Michelini, en esa intervención: “Acá se dice ‘les vamos a echar a la ministra y les vamos a cambiar la política de educación’. Eso es lo que dicen los partidos que no ganaron la elección y, en especial, el miembro interpelante, que, lo digo con todo respeto, pertenece al partido que obtuvo menor número de votos. Me parece que si se quiere cambiar la política educativa, primero se debería pedir una entrevista al presidente de la República, conversar y buscar otros mecanismos”.
PM —Primero, el senador Michelini usa un criterio muy triste, cuántos votos sacó cada uno para poder llamar a sala a un ministro. Justamente, el rol de la oposición es ese, llamar a responsabilidad a la gestión de gobierno. Al revés, debería estar contento de que desde la oposición se haga un planteo en términos de reclamar un cambio. Eso ayuda a mejorar.
En cuanto a los caminos, el camino es el que encontramos, yo no vi ninguna posibilidad de diálogo en estos temas hasta ahora.
EC —Pero, por ejemplo, usted en su momento, hace un año, propuso un diálogo por seguridad pública y tuvo eco.
PM —Tuvo eco.
EC —Es más, lo planteó para salir del debate tal cual estaba formulado, que era Bonomi sí o no. Y acá encara una interpelación cuestionando nombres y reclamando que cambie la ministra o que cambien las autoridades del Codicen, etcétera. Entonces, ¿por qué no ir por aquel camino de la seguridad pública?
PM —Porque, en consecuencia con lo que hemos sostenido durante mucho tiempo, en materia de seguridad no reclamábamos la renuncia del ministro. Pero acá sí, acá creemos que hay un obstáculo para cambiar la educación, que es una conducción que tiene otra concepción. Entonces ese diálogo con las autoridades actuales es un diálogo inconducente. Lo dije cuando alguien planteó por ahí por qué no iniciábamos un diálogo también sobre educación. Se planteó el año pasado cuando estábamos dialogando sobre seguridad. Y yo dije: puedo dialogar con los que están dispuestos a hacer una transformación, pero con los que defienden el statu quo es inviable.
EC —En el diálogo por seguridad pública participaron sectores políticos muy enfrentados con la línea que sigue el ministerio a cargo de Bonomi.
PM —Sí, lo aceptaron igual.
EC —Estuvieron sectores del PC, sectores del PN.
PM —Capaz que este es el final de esta historia, que a partir de esta instancia pueda instalarse algún diálogo. No estoy cerrado a eso. Me pareció que el camino era poner arriba de la mesa la situación, que es una situación muy triste. Porque está en juego el futuro de las nuevas generaciones del país. Si al final sale que podemos dialogar, el PI siempre ha sido de diálogo, vamos a estar dispuestos.
EC —Si las declaraciones de la ministra y las autoridades de la educación no son satisfactorias, ¿va a impulsar un mecanismo como el de la censura?
PM —No, vamos a plantear lo que hemos dicho. No importa el tema del ministro, lo que importa es el Codicen, y eso no se puede…
EC —El problema no es la ministra.
PM —No, la ministra…









