El jueves 15 de diciembre de 2022, la Cámara Uruguaya del Libro (CUL) otorgó al Manual de cocina del Instituto Crandon el segundo Libro de Oro. El primero fue en 2017, año en el que el rubro gastronomía se incorporó a los galardones anuales que entrega la Cámara.
En la ceremonia ―que tuvo lugar en el Museo Nacional de Artes Visuales con presencia de autores, editoriales, libreros y medios de comunicación―, el director general, Mag. Carlos Varela, recibió el premio en nombre del Instituto Crandon.
Las clases de cocina del Instituto Crandon comenzaron en 1916 y algunos años más tarde, en 1923, se creó el Departamento de Economía Doméstica al inaugurarse el edificio de 8 de
Octubre y Garibaldi que contaba con un laboratorio para tales fines.
Las misioneras norteamericanas a cargo de la Institución y el Departamento eran reconocidas en el Uruguay por una innovadora manera de cocinar. Introdujeron un método claro y preciso que permitía preparar alimentos de manera sencilla y racional. Además de las clases (que no solo dictaban para estudiantes de Crandon), se involucraron con organismos públicos y privados, diseñaron recetarios y llevaron adelante diversas campañas de cocina y de alimentación.
En 1946, la realización de un recetario con preparaciones con maíz, solicitado por ANCAP, gestó la idea de un libro propio. El trabajo demandó once años y finalmente, en noviembre de 1957, se publicó la primera edición del Manual de cocina del Instituto Crandon.
El libro fue diseñado como un texto de estudios para los cursos de Crandon (la cocina era y es, todavía, parte de la asignatura Economía Doméstica), además de proyectarse como una herramienta culinaria para llegar a los hogares del país. Por este motivo, el Manual, en un formato pequeño (tipo cuaderno), compilaba técnicas para preparar alimentos y métodos de cocción, además de información nutricional.
La primera edición tuvo una tirada de 5.000 ejemplares. Con 423 páginas (y un índice), algunas fotos a color y varios «paso a paso» en escala de grises, incluía diversas recetas extranjeras y también un significativo número de preparaciones típicas de las cocinas uruguayas.
La primera edición se agotó de inmediato, ya que el Manual tuvo una aceptación inmediata. Varias razones explican este éxito y la vigencia del libro: se puede cocinar sin tener conocimientos previos; es sencillo y alcanza con seguir, al pie de la letra, la receta; todos los ingredientes se consiguen en el país.
El formato de receta Crandon (con el paso a paso detallado y con las medidas exactas, mencionadas a través del sistema anglosajón de medidas que se expresa en tazas y cucharadas) fue transformándose en una referencia culinaria.
El Manual se ha renovado en formato, diseño y ha incorporado técnicas y recetas, aunque el espíritu original se mantiene fiel a la primera edición (y también la mayoría de las preparaciones). Son casi 240.000 los ejemplares vendidos y, además de ser un long-seller, cuenta con importantes premios: el Morosoli Institucional en 2010 (por el aporte del libro al «Uruguay cultural»); un homenaje que la Cámara Uruguaya del Libro le otorgó, en 2012, «por 55 años y más de 160.000 ejemplares vendidos» y los dos Libro de Oro (2017 y 2022).
El Manual de Crandon «es el recetario más importante de la historia del país». Dr. Gustavo Laborde, Identidad uruguaya en cocina. Narrativas sobre el origen
«Para mí, como librera, es un verdadero placer tener, en Uruguay, un manual tan completo con variadas recetas y técnicas que explican el paso a paso. Y, sobre todo, tener la certeza y la tranquilidad de poder ofrecerlo con el beneficio que nos da el Manual: recetas probadas que, de alguna manera, aseguran un resultado exitoso, algo que no pasa con todos los libros». Soledad Zinola, La Librería del Mercado
«El Manual de cocina no es solo un libro, sino un objeto de deseo: todos queremos un Crandon en nuestra casa. Es un libro que reconozco de muchos años, de ver la torta con forma de osito en la versión que tenía mi madre cuando yo era niña, hasta encontrarme, ahora con un Crandon evolucionado y aggiornado. (…) Como librera, me llama la atención que es un regalo o un autoregalo. Es una cocina muy versátil, con muchas variedades y propuestas, que se enfoca en las herramientas y en el disfrute del buen comer». Mercedes Figueredo Vázquez, Cultural Alfabeta
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