Entrevista con Pedro Sales, Guillermo Trinidad y Federico Andrade.
EN PERSPECTIVA
Jueves 2 de julio, hora 8.17
EMILIANO COTELO: Seguramente la infancia y la adolescencia de muchos de ustedes estuvieron pobladas de robots. Dependiendo de las edades de cada uno, les resultarán más o menos conocidos los casos de Robocop, Robotina, Terminator o los Transformers.
Algunos de los jóvenes uruguayos de hoy pueden saltearse el mundo de la ficción, algunos de ellos se dan el lujo de entretenerse con robots que no solo son reales, sino que además los construyeron ellos mismos.
Ese es el caso de Pedro y Guillermo, de 15 y 17 años, que ya están aprontando las valijas para viajar a China, donde tendrá lugar la RoboCup 2015, la competencia internacional más importante del mundo a propósito de robots.
Esta mañana les hemos pedido que nos acompañaran, y han venido con su mentor, Federico Andrade.
Estamos con Pedro Sales, Guillermo Trinidad y Federico Andrade, que es docente del Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.
Dije las edades de Pedro y Guillermo, pero no la de Federico…
FEDERICO ANDRADE: Tengo 33.
EC – Pedro Sales tiene 15 años, pero hace ya tiempo que comenzó con esto de los robots. Desde los 13 empezamos a tener noticias de él a través de competencias locales de Sumo Robot (una de las cuales ganó). Y el año pasado obtuvo un primer premio en la RoboCup, el torneo más importante del mundo en materia de robots, que ese año se desarrolló en Brasil, y donde compitió en la categoría “Rescate”.
Tenés 15, a los 13 ya empezaste a hacerte conocerte, ¿cuándo y dónde arrancó tu amor por los robots?
PEDRO SALES: Cuando era chico, cuando desarmaba juguetes para ver cómo funcionaban, y después cuando tuve el primer contacto con la robótica fue en el evento del Sumo Robótico, que es un evento de robótica a nivel nacional que se realiza todos los años, lo organiza la Facultad de Ingeniería. Ahí vi los robots andando solos y toda la gente programándolos y me despertó un gran interés y al año siguiente ya hice mi primer robot y lo llevé para mostrar ahí.
EC – Desde chiquito desarmaban artefactos de estos. ¿Por qué?
PS – Quería saber cómo funcionaban los juguetes, quería sacar los motores, los cables, y después hacía otras cosas, lucecitas y circuitos.
EC – En la charla TED contaste hace pocos días que en tu familia hay un ingeniero en electrónica que algo empujó.
PS – Sí, fue el que me empujó, el que regaló el soldador, que fue lo que me permitió desarmar cosas y soldar y crear cosas nuevas.
EC – ¿La inquietud venía de antes?
PS – Venía de antes, desde que me dieron un destornillador a los 4 o 5 años y ahí desarmaba juguetes.
EC – ¿Y Guillermo cuándo se entusiasmó con esto?
GUILLERMO TRINIDAD: Básicamente en la escuela, cuando empecé a programar, cuando llegaron las ceibalitas, me acuerdo clarísimo, fue en sexto, creo que en el 2009. Empecé a programar con la ceibalita, y después en el liceo ya llegaron los kits de robótica del Plan Ceibal y debo de haber sido el primero del liceo en interesarme y meterme con eso.
EC – Hoy ¿qué estudia cada uno de ustedes?
GT – Estoy en cuarto de liceo, en bachillerato.
PS – Yo estoy haciendo sexto de Ingeniería.
EC – Antes de empezar la entrevista charlábamos de esto con ellos dos, de los orígenes de esta pasión, y después de que los dos me contestaron, fuera de micrófonos, Federico, el mentor, dijo: “¿Y a mí no me preguntás?”. En el caso de Federico, ¿de dónde arranca el interés?
FEDERICO ANDRADE: Me lo contó mi madre, pero siempre me resultó muy gracioso, y es que cuando yo volvía del jardín con los dibujos que vuelven todos los niños, yo volvía con el dibujo de una casa que le salían brazos mecánicos con engranajes, siempre era lo mismo, y mi madre estaba un poco preocupada. Pero siempre engranajes, mecanismos y cosas raras.
Tres años después, cuando mi hermano entró a llegar del jardín, volvía con su dibujo de una casa, una familia y un perro mi madre dijo “bueno, al menos uno me salió bien”.
Parecido a lo de Pedro, siempre desarmaba los juguetes para ver qué tenían adentro, pero no tenía forma de explotar mucho eso, armaba mecanismos pequeños, a veces los llevaba al liceo, pero quedaba en esa porque la robótica todavía no estaba desenvuelta.
EC – ¿Te habría gustado estudiar en estas épocas de Plan Ceibal y compañía?
FA – Habría sido lindo, pero igual lo estoy viviendo con ellos. Lo disfruto como si tuviera 15 años, porque veo lo que logran ellos y me encanta y está buenísimo. En la competencia de hecho solo dejan entrar a los estudiantes, que está bien, porque son los que tienen que trabajar, pero la primera vez que fuimos yo quería estar ahí, “¿cómo no voy a entrar?”. Me echaron.
EC – Aclaremos de qué hablamos cuando hablamos de robots, porque quizás alguno piense en los robots de juguete, los que se mueven a control remoto. Acá no estamos hablando de eso.
PS – No, definitivamente no. No son a control remoto, son totalmente autónomos.
EC – ¿Qué significa eso? ¿Cómo es que son autónomos?
PS – Tienen un programa, tienen un “cerebro” si se quiere, y tienen un programa que dependiendo de lo que detectan los sensores de sus condiciones en el ambiente que puede detectar, realiza distintas acciones que están preprogramadas, pero nadie lo está controlado, nadie lo ve con un control remoto y le dice “andá para la derecha, andá para adelante, andá para atrás”, sino que él, dependiendo de lo que ve, más distancia de un lado, más distancia del otro, un obstáculo adelante, toma decisiones.
EC – ¿Inteligencia artificial entonces?
PS – Se podría decir…
FA – Es un inicio.
PS – Un inicio bastante básico, pero sí.
EC – ¿Los asusta el término “inteligencia artificial”?
FA – No, pero a veces les queda un poco grande a estos robots.
EC – ¿De qué tamaño son? Arriba de la mesa tenemos algunos, pero descríbanlos ustedes. Por ejemplo este tiene 25 centímetros por 20.
PS – Unos 20 por 20, capaz que un poco más de altura.
EC – Aquel otro, el “malo”, el metálico, ese es cuadradito, 20 por 20. Pero tienen ruedas, cuando capaz que muchos imaginan un robot de aspecto humano, que camina y mueve los brazos. No es eso.
PS – Eso es lo que generalmente piensa todo el mundo, por las películas de ciencia ficción, la gente se imagina robots con patas, que hablan, toman decisiones y que tienen personalidad, pero no. Por ahora la robótica mundial está lejos de eso, que es ciencia ficción.
EC – ¿De qué materiales son los robots que ustedes utilizan, elaboran?
GT – El de la RoboCup tiene los motores y las ruedas, las ruedas son sacadas del kit Lego y está hecho con placas de PVC. En verdad empezó para hacer un prototipo, pero ahora parece que va a quedar bastante definitivo. Es como mezclado, piezas de Lego con el PVC y las piezas del robot.
EC – Cuando hablan de piezas de PVC aclaro que por lo que veo acá son piezas de PVC cortadas con una sierrita.
PS – Sí, con una trincheta. Y también tiene algunas piezas impresas en 3D que hicimos para los motores, para defender los motores. Es todo bastante casero, son piezas que vamos encontrando de los kits que tenemos y alguna otra pieza y va tomando forma de a poco.
EC – Ustedes trabajan en robótica en sus ratos libres, por fuera de la clase en el liceo, por fuera del tiempo que dedican a estudiar en sus casas para el liceo. ¿Cuál es la motivación?
PS – Construir robots, como todo hobby…
EC – ¿Es un hobby? ¿Lo llaman hobby?
PS – Yo lo veo como un hobby y como algo a lo que me gustaría dedicarme, un hobby-trabajo se podría decir, que quisiera ser un trabajo. Lo veo como algo entretenido crear robots, programar… también una actividad de aprendizaje que no es solo crear el robot sino también ir aprendiendo. Está bueno ese proceso, vas aprendiendo a la vez que lo hacés, entonces es bastante enriquecedor.
EC – Pero también se lo puede ver como insinuaba recién Pablo, una formación profesional que van adquiriendo con vistas al futuro. ¿En tu caso, Guillermo?
GT – Sí, me encantaría algún día poder llegar a dedicarme a la robótica, o a la computación en general, pero específicamente a la robótica. Pero acá en el Uruguay por el momento no hay carreras dedicadas a la robótica específicamente, si bien cuando hacés Ingeniería podés orientarte con algunas materias de la facultad, no hay un título o una carrera especifica, entonces habría que ir a estudiar al exterior.
EC – Federico, ¿por qué la Facultad de Ingeniería ha estado organizando estas competencias de Sumo Robótico?
FA – Empezó por ingenieros en computación apasionados por robots que se empezaron a juntar. El primer sumo eran cuatro, dos equipos, dos contra dos, y la familia que vino a ver. Después eso fue ganando adeptos, empezamos a invitar a interesados, a liceales, y hoy en día es un evento que cuenta con mucha gente. Algo superimportante es la participación de liceales e incluso de escolares, hay categorías para ellos.
EC – ¿Cuál es el objetivo ahora, quizás fue desde el principio o cuál terminó siendo el objetivo de estos eventos?
FA – Son varios. Uno es vincular lo que se hace en Facultad de Ingeniería con la sociedad, mostrar qué estamos haciendo. Otro es que los interesados en la robótica tengan un espacio de encuentro para intercambiar opiniones, puntos de vista, reflexiones sobre los robots. Básicamente son esos dos lo que se busca. Y es lo que pasa, cuando viene Guille a competir, viene Pedro –en el sumo son rivales– y entre ellos se preguntan ¿cómo hiciste eso?, me gustó ayudarme con esto. Y así pasa con otros equipos. Y con nosotros mismos, que vemos lo que hacen ellos, que ya lo hacen mejor que nosotros, entonces les preguntamos y aprendemos de lo que hacen. Se enriquece y todos disfrutamos de eso común que es crear una especie de entidad que toma vida y hace algo por sí sola.
EC – Pero ¿por qué se hace todo este esfuerzo en torno a la robótica? Lo pregunto para muchos puede sonar exótico, ¿Uruguay fomentando la robótica?
FA – Comenzó como una pasión, somos un montón de ingenieros dentro del Instituto de Computación que nos gusta la robótica, nos gusta hacer robots, y es eso, crear entidades que toman vida en el mundo real, en el mundo físico en el que estás.
Eso además tiene un montón de beneficios, como por ejemplo que es un robot es algo multidisciplinario, involucra programación, mecánica, electrónica, sin contar la inteligencia artificial, porque si entrás en ese campo ya involucrás filosofía, lógica, psicología, matemática, un montón de áreas más. Entonces el solo hecho de crear esa especie de entidad es un gran desafío y te prepara en un montón de áreas. Además, por la complejidad que tienen los robots, te obliga a trabajar en equipo. Vos podés trabajar solo, pero si querés subir escalones, tenés que empezar a interactuar con otros. Como que involucra un montón de cosas que como decía Pedro, te enriquece, hace que vayas aprendiendo y mejorando y ves los resultados, los podés ver visualmente.
***
EC – Pregunta un oyente: “¿Por qué se llama sumo, por qué sumo robótico?”.
FA – Porque la competencia inicial del campeonato de sumo robótico era igual que el sumo que pelean los gordos.
EC – ¿En qué consiste el juego?
PS – El juego de sumo es como el sumo japonés de personas, con un círculo negro, en el video se puede ver.
EC – ¿Qué es lo que está ocurriendo ahí?
PS – Es un círculo negro con un borde blanco y están los robots, que generalmente son dos y se tienen que ver entre ellos, con sensores de distancia, y encontrarse, y una vez que se ven se tienen que empujar y el que queda arriba es el que gana.
EC – Gana el robot que logra desplazar al otro o a los otros, sacarlos del círculo. Repito, eso no se hace con control remoto, el aparato está programado para ejecutar esas acciones según el escenario que encuentre.
PS – Tiene sensores de distancia y según lo que vea en los sensores va a avanzar, retroceder o girar para buscar el otro robot.
EC – Es muy interesante la historia. Pedro contaba en la charla TED cómo su robot para las competencias de sumo fue evolucionando con los años, al principio no le fue tan bien. Y una de las tantas variantes que le introdujo fue la de agregarle peso al aparato a efectos de que compitiera mejor. ¿Cómo fue eso?
PS – Fue ya en la primera competencia, en el sumo 2012, que fue la primera en que participé, el robot podía llegar a ser capaz de empujar a los otros, pero me di cuenta de eso después de la competencia, al agregarle más peso, que podía empujarlos mejor. Y para el año siguiente dije: le voy a poner más peso y voy a poner otras estrategias. Busqué otra gente que había hecho robots de sumo, videos en internet y vi que algo común era la rampa. Entonces le fui agregando distintas cosas y aprendiendo de los errores para crear esta última versión.
EC – Este que tenemos arriba de la mesa en este momento es el ganador, el imbatible últimamente, el “malo”, porque tiene cara de malo. Es todo metálico, además un metal herrumbrado. ¿Cuánto pesa?
PS – Pesa alrededor de dos kilos y medio.
EC – Guillermo, ¿a ti cómo te ha ido en estas competencias?
GT – Como dijo Fede, el sumo tiene varias categorías, las veces que gané, fui dos años, los dos años en una categoría fui el primero, y solo el último año entré a sumo, pero no tuve suerte.
EC – ¿Por qué?
GT – Primero porque lo hice con el kit Lego, que es bastante limitado, y además hay robots como el de Pedro, que eran mejores.
EC – ¿Te sorprendió con lo del peso y el metal?
GT – Sí, no lo esperaba. Porque si vos vas a sumo está como despegado del nivel que hay en este momento.
FA – Igual en la otra categoría te fue bien.
GT – Sí, en la otra categoría, el primer año que fui salimos campeones yo y mi equipo, que son unos compañeros de liceo. Y este año fuimos de nuevo a la misma y también ganamos con un puntaje perfecto, nos fue bastante bien.
EC – ¿Qué diferencia hay entre estas competencias de sumo robótico en Facultad de Ingeniería y la RoboCup, la copa mundial de robótica, donde Pedro intervino? ¿Cómo se compite en esta otra?
PS – El año pasado fui a la RoboCup con otro compañero de equipo que este año ya no está en el país. Tiene bastantes diferencias, es bastante compleja en el sentido de que requiere mucha más preparación. Para sumo de repente con suerte la podés preparar en uno o dos meses, pero este requiere ya desde principios de año estarlo preparando para hacer ajustes, porque ya es una tarea mucho más compleja que seguir una línea, es una línea más fina, toma curvas más pronunciadas, hay obstáculos y también tiene que manipular una lata, en este caso unas pelotitas, que las tiene que mover y dejarlas en otro lado. Es una tarea mucho más compleja, requiere más motores, más complejidad, más sensores. Con eso viene más tiempo de preparación y diseño.
EC – Y te fue muy bien. ¿En qué categoría ganaste?
PS – El año pasado con Joaquín ganamos la categoría de superteems. Está la competencia principal, la normal, que es el robot solo, tiene que seguir la línea, pasar el obstáculo y al final ir a una sala de rescate donde tiene que agarrar una lata y llevarla a una zona segura, que vendría a ser una víctima la lata. En esa categoría quedamos a mitad de tabla, puesto 14 de 30. Y después está la competencia superteems, que te junta con un equipo de otro país que no conocés previamente y te dan 24 horas para hacer un desafío nuevo que es parecido al desafío original, pero tiene ciertos cambios. Ahí los dos robots tienen que colaborar, tienen que funcionar los dos bien para lograr hacer esa nueva tarea, y todo eso en 24 horas, en la misma competencia.
EC – Ahí fue que ganaste.
PS – Esa fue la que ganamos junto con el equipo de Estados Unidos.
EC – ¿Era obvio que ibas a ganar? ¿Cómo fue?
PS – Este otro desafío lo que tenía era que tenía una sala como con arena, y a nosotros nos fue en esa parte porque teníamos orugas en el robot, como un tanque de guerra, entonces podía pasar por ese terreno fácilmente, mientras que otros no lo tenían.
EC – Ustedes ya habían previsto un robot que se movía con oruga.
PS – No, lo habíamos hecho así porque nos pareció práctico usar orugas, pero nunca nos imaginamos que fueran a poner arena. Esperábamos otro desafío totalmente distinto, pero coincidió con eso y también que el otro equipo también andaba muy bien y nosotros estábamos bien. Porque cuando ponés un equipo muy bueno con uno al que no le fue tan bien termina tirando para el equipo que no le fue tan bien. Porque los dos robots tienen que hacer la tarea bien, no es suficiente con que uno lo haga bien, los dos lo tienen que hacer bien. Entonces como nuestros dos robots eran bastante buenos pudieron hacer el desafío.
EC – Podemos decir tranquilamente que sos campeón mundial.
PS – Y sí, se podría, en una de las categorías.
EC – Y esa experiencia, el obtener ese título, ¿qué te implicó?
PS – NO sé, fue una gran experiencia, de preparación y de ir a la competencia de Brasil, conocer gente que está en la misma, en la robótica, estuvo buenísimo, también enriquecedor. Tal cual como el sumo, vos conocés otra gente, ya ese equipo de Estados Unidos que conocimos aprendimos mucho de estrategias que ellos usaban, que también, el objetivo de la RuboCup es mostrarle a todo el mundo, incluso incentivan a los equipos a que hagan blogs y que publiquen luego el código del robot para que otros puedan aprender.
EC – ¿Cuándo viajan a china?
FA – El 12 de julio.
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EC – Cuando abrimos el programa yo preguntaba “¿todavía tienen ganas de alentar a la Celeste?, ¿se quedaron frustrados con la eliminación de la selección en la Copa América? Dentro de unos días tienen la chance de alentar de nuevo a los colores de Uruguay, porque aquí en el estudio tenemos a la selección que va a participar en la RoboCup 2015.
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EC – El equipo es bastante más pequeño que una selección de fútbol, tiene dos jugadores en la cancha, que son Pedro Sales de 15 años y Guillermo Trinidad de 17, y un director técnico, Federico Andrade, docente del Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería.
Ellos están preparándose para viajar a China, porque, sobre todo después de la buena performance el año pasado en la RoboCup 2014, no podían perderse esta oportunidad.
Federico, ¿cómo fue tu participación y tu sensación con ese triunfo del año pasado?
FA – La participación, en el evento mismo los directores técnicos o mentores, como les llaman ellos, los tienen bastante marcados, no dejan ni acercarte.
EC – Tenés que estar en el área técnica.
FA – Sí, sí.
EC – Y nada de protestar ni quejarte.
FA – Nada de protestar. Lo que sí puedo hacer es discutir opciones y estrategias, eso lo hacíamos cuando volvíamos al hotel o cuando veíamos cómo eran los desafíos. Pero ellos en realidad se desenvolvieron superbién solos.
Y la sensación, hubo varios momentos, porque dentro de las competencias tenés varias corridas, varias oportunidades para probar y ahí vas acumulado puntos. Entonces en las primeras arrancamos bien, lo cual venía lindo, porque en esos días es como un intensivo, ellos están cuatro días todo el día metidos ahí mejorando el robot, probando y mejorando. Ahí incluso mejorás muchas cosas que capaz que te quedaron pendientes. En las primeras corridas nos había ido bastante bien, después vinieron un par que nos fue medio flojo, que fue medio difícil, que tuvimos que remontar, y después allá al final más o menos levantamos. Eso fue en una de las categorías que contaba hoy Pedro.
Después vino la segunda, que era la de Superteems, en esa de primera ya nos fue superbién y fue superemocionante. Si bien es verdad lo que dice Pedro, que ya habíamos preparado el robot con orugas, ellos entre los dos equipos tuvieron que decidir cuál iba por un lado, cuál iba por otro, y además le variaron un poco la altura, le pusieron una especie de cepillos para sacar la arena que había sobre la pista. Le hicieron ciertas modificaciones y tuvieron que decidir una estrategia con el otro equipo, que además hablaba otro idioma. Eso estuvo bastante interesante, lo resolvieron superbién, y después en la primera corrida de la segunda competencia sacamos el mejor puntaje. Eso ya te da cierta seguridad y te mantiene tranquilo y nos dejó contentos.
Además un detalle que te quería contar. Como decían Pedro y Guille, ellos se preocupan mucho no solo por el resultado, si bien existe la competencia, sino por que haya interacción entre los equipos, por que aprendas algo. Además los jueces se preocupan por que sepas defender lo que hiciste, explicarlo. Entonces ellos van mesa por mesa de trabajo y a cada equipo le preguntan qué hicieron, cómo lo hicieron, piden el código para verlo. Además nos dieron un premio por desarrollo electrónico, porque una de las cosas que tenía el robot era avanzado para la edad que tenían ellos. Eso también los jueces lo vieron, eso no se ve en el robot de afuera, lo ves cuando lo analizás. Otro mérito de ellos.
EC – Los dos sonríen satisfechos. Y el papá de Pedro, del otro lado del vidrio, allá en la cabina, más satisfecho todavía.
¿Cómo es el nuevo diseño? Hablemos de este robot que han estado preparando para competir en China. ¿Qué adaptaciones, qué cambios implica?
GT – En sí todo el desafío tiene ciertos cambios con respecto al del año pasado, y en verdad es un robot totalmente nuevo. Uno de los cambios principales es el uso de un celular como cerebro, como controlador del robot en la primera parte del recorrido para seguir la línea y después de esquivar el obstáculo retomarla de nuevo. Eso todo lo hace con procesamiento de imagen con la cámara del celular, estamos usando el de Pedro, con unos filtros polarizados por el tema de los reflejos. Y después tiene unos motores muy potentes.
EC – ¿Qué quiere decir “motores muy potentes”?
GT – Son unos motores que tienen mucha fuerza y son controlables a un nivel muy bueno. Podés setearles mucho la velocidad, son los dinamixel, tienen una cosa que se controla por puerto serial, los conectás todos como juntos por una sola entrada, por un cable arrancás el robot entero.
PS – Es un tema bastante molesto cuando tenés muchos motores y necesitás muchos cables a veces la placa tiene ciertas limitaciones y estos motores te lo solucionan.
GT – Un detalle: usamos la cámara porque también aprendimos el año pasado que lo que nos había pasado era que los sensores de línea funcionaban bien cuando seguía la línea en una superficie plana, pero cuando se encontraba con algún obstáculo o cambiaba la inclinación ya los sensores no podían detectar bien. Entonces este año con la cámara podemos detectar la línea a la distancia que queramos y no tenemos variaciones, es más robusta la detección de la línea.
EC – Estamos hablando de un artefacto de 20 por 20 o 25 por 25, con cuatro ruedas de goma, con altura, de unos 10 centímetros. En la tapa va colocado el teléfono celular y atrás tiene otros artefactos. ¿Qué son?
GT – Son tres motores dinamixel enganchados por las piezas que imprimimos 3D con una impresora que tenemos en la casa de Pedro, que nos prestó Diego Rapetti.
EC – Ya está en juego la impresión en 3D.
GT – Sí, porque son piezas a veces muy difíciles de conseguir acá en Uruguay o que demoran cuando las pedís por internet. Entonces poder imprimirlas 3D nos dio una ventaja muy grande. Y usamos tres motores que serían como la pinza con la que vamos a agarrar las pelotitas en la segunda parte del desafío.
EC – ¿Cuál es en este caso concreto de la competencia en China la tarea que tiene que hacer este robot?
GT – Es distinta a la del año pasado, es parecida pero todos los años tratan de cambiarla un poco para agregarle más complejidad. Ven las cosas que les cuesta más hacer a los robots en los años anteriores y tratan de hacer cambios para que no puedas ir con el mismo robot dos años seguidos, sino que tengas que seguir avanzando.
Este año en vez de haber una lata que vendría a ser la víctima, hay varias pelotitas, que son varias víctimas, y hay que llevarlas, agarrarlas y dejarlas adentro de una caja. Eso le agrega más complejidad por el hecho de que es un número más grande y para encontrarlas también es más complejo, porque no son objetos tan grandes, y agarrarlas, levantarlas. Tiene otra complejidad, lo que no te permite usar el mismo robot que usaste el año anterior. Eso está bueno porque no es que un equipo gana un año y gana el siguiente y gana el siguiente, sino que si no hace cambios respecto a las nuevas reglas que salen, no puede continuar.
EC – ¿Podemos verlo en acción? ¿Podemos observarlo rescatando a las víctimas? ¿Se podrá hacer eso sin que se caiga de la mesa?
GT – Sí, sí. (Se oyen los motores.)
EC – Lo logró.
GT – Agarra una pelotita que es la víctima y ahora está programado para rescatar la víctima, pero sería en el escenario, no lo podríamos probar acá.
EC – ¿Cuánto tiempo se supone que insume esa tarea de rescate en total?
GT – Supuestamente dos o tres minutos sería lo ideal, porque la corrida en total son ocho minutos desde que empezás a seguir la línea, pero hay dos primeras salas que son de seguir la línea y una última de rescate, y hay que manejar el tiempo.
EC – ¿Cuántos intentos son posibles?
PS – Cuatro, más o menos.
GT – Sí; creo que los intentos son como tres intentos por zona, o sea, estás en una sala, tenés tres intentos en esa sala, tres intentos en el pasillo, tres intentos en la otra sala. Si lo hacés en el primer intento es tal puntaje, si lo hacés en el segundo es un poco menos, y si no lo lográs hacer es cero, pero no te quedás trancado ahí, sino que podés avanzar a la siguiente parte, podés seguir avanzando.
EC – ¿El aparato está listo ya?
GT – Prácticamente, estamos trabajando en la última zona, ya tenemos todo esquematizado en nuestras cabezas, pero falta plasmarlo en el código y ajustar los últimos detalles.
EC – Expliquen qué es eso de trabajar en la última zona.
GT – La segunda parte es cuando tenemos que buscar las pelotitas, agarrarlas y llevaras a una caja que está en una esquina, es como un cuarto, está en una de las esquinas una caja negra que no sabemos en cuál esquina está. Por ahora encuentra la pelotita y la agarra, nos falta hacer, aunque ya tenemos pensado el método para hacerlo, sería buscar la caja negra, dejar la pelotita ahí y salir a buscar otra.
EC – ¿Les da el tiempo?
PS – Sí, el tiempo no es un problema, pero siempre es mejor llegar holgados para poder ajustar los últimos detalles y ser más precisos.
EC – Es una ventaja estar en vacaciones de julio.
PS – Es una ventaja sí.
GT – Totalmente.
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EC – Les preguntaba hace un rato qué es esto para ustedes, y creo que Pedro utilizaba la palabra “hobby”. ¿Son jóvenes nerds? ¿Están enchufados en esto todo el día, o por ejemplo también juegan al fútbol? ¿Cuáles son los entretenimientos?
GT – Yo juego al básquetbol y mientras toda mi etapa de desarrollo en la robótica estuve entrenando tanto en Malvín como después en Larrañaga a veces cuatro veces por semana. Tampoco es lo único que hago, también tengo amigos y salgo de noche. No es que mi vida sea la robótica.
PS – Yo no hago ningún deporte profesionalmente, no entreno en ningún lado. Yo me dedico casi todo el día a la robótica, pero obviamente también tengo amigos.
EC – No estás encerrado todo el día.
PS – No.
EC – ¿Cómo se financia esto? ¿Cómo se financia el tiempo, cómo se financia el material que requieren para llevar adelante estos proyectos?
FA – El principal apoyo que hemos tenido ha sido del Plan Ceibal, nos ha dado un apoyo grande. Y después en cuanto a los materiales de robot, Robotek, es una empresa que vende materiales de robótica que también nos apoyó, creo que en un ratito vamos por ahí a buscar más. Y después Heavy, otra empresa que trabaja con metales. Y también nos ayuda en la construcción del escenario y algunas partes del robot.
EC – Pero hay otros gastos, ahora viajan a China, nada menos, ese es un trayecto caro, está el alojamiento, etcétera. ¿De dónde sale ese dinero?
FA – De esos sponsors, más ahora Sinergia Tech nos confirmó el apoyo también. Y todavía estamos buscando algunos más. Lo que falte lo ponemos nosotros, obviamente.
PS – Gran parte de los pasajes apoya el Plan Ceibal, ir hasta allá lo apoya el Ceibal.
EC – La competencia es dentro de muy pocos días. ¿SE va a trasmitir en vivo por televisión? ¿En la computadora se podrá ver? preguntan algunos oyentes.
GT – El año pasado no hubo una trasmisión en vivo. NO hay trasmisión alguna. Capaz que este año implementan algo.
EC – Te imaginás por qué preguntan, cómo alentarlos, cómo hinchar por ustedes.
GT – Tenemos la página de Facebook “Uruguay en RoboCup”. Ahí podemos estar actualizando y mandando videos de las corridas que hacemos, las pruebas, las distintas oportunidades. Pero la misma competencia no sé si este van a implementar alguna trasmisión online. No creo, Todos los videos que hay provienen de los equipos que filman y muestran.
EC – ¿cómo imaginan el futuro ustedes dos?
GT – Como te decía hace un rato, yo ya estoy en sexto y el año que viene ya voy a entrar a Facultad de Ingeniería de la Udelar. Espero recibirme en el mejor tiempo que pueda, y si puedo después y se me da la oportunidad hacer un posgrado en robótica en otro lado para poder dedicarme a esto.
EC – Esta es tu vocación, punto.
GT – Sí, por el momento no pienso variar mucho.
PS – Lo mismo, me quiero dedicar a la robótica o algo relacionado con la robótica, programación, electrónica, mecánica. En un principio sería terminar el liceo acá, ir a la facultad y si se puede en algún momento hacer algún posgrado o algún curso en el exterior para poder agregar un poco más de conocimiento.
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EC – Felicitaciones por lo logrado hasta ahora, mucha suerte en China en los próximos días. Al profe Federico Andrade también el reconocimiento por todo su trabajo. Vamos a estar en contacto, no les vamos a perder pista en China, nos van a ir trasladando la experiencia para que los oyentes no se pierdan.
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Transcripción: María Lila Ltaif