Una de las farmacias habilitadas para vender la marihuana producida bajo control del Estado anunció ayer que dejará de hacerlo luego de que el Banco Santander advirtiera que iba a cerrar las cuentas de los comercios que expenden cannabis.
En ese sentido, el asesor legal del Centro de Farmacias del Uruguay, Pablo Durán, explicó en los noticieros de televisión que Santander dio un plazo de 30 días antes de cancelar la cuenta para que la gremial encuentre una solución junto al gobierno. Según Durán si no se llega a una salida habrá varias farmacias que dejarán de prestar este servicio.
"Estamos haciendo gestiones al más alto nivel para buscar la solución. Y no tengo ninguna duda de que un momento donde hace 19 días fuimos noticia por el comienzo de esta política, donde hay muchas farmacias que quieren adherirse, esto es un golpe al sistema. Indudablemente hay muchas farmacias que no pueden operar sin cuentas bancarias. Si no hay una solución van a formalizar la petición de recisión o salida del sistema de venta. Y tenemos claro que alguna ya lo ha formalizado", indicó Durán.
El tema está en la agenda hace días. El jueves pasado el diario El Observador informó que el Banco Santander clausuró la cuenta de un farmacéutico y que el Banco República (BROU) y el Banco Itaú estaban estudiando qué actitud adoptarán en esta materia.
¿Cuál es el problema con los bancos?
Fuentes del sistema financiero explicaron a En Perspectiva que en el sistema financiero se dan dos situaciones.
Una, los bancos que están impedidos de tener como clientes a este tipo de farmacias por orden de sus casas matrices, ubicadas en países donde la producción y comercialización de droga es un delito precedente del lavado de activos.
Dos, otros bancos (como el caso del BROU) cuya operativa en el exterior también puede verse complicada debido a sus contratos de “corresponsalía”, o sea la vinculación que mantienen con instituciones extranjeras que les permiten tener operativa en países donde no cuentan con sucursales.
Dentro de este último grupo todavía hay opiniones dividas, según las consultas que realizó En Perspectiva. Algunos bancos extranjeros están dispuestos a asumir el riesgo mientras otros consideran que no vale la pena exponerse a sanciones de los organismos reguladores internacionales por una plaza tan chica como la uruguaya.
Ahora bien, ¿en los cinco años de diseño del plan de legalización de la producción y venta de marihuana no se pudo prever este problema?
El presidente del Banco Central, Mario Bergara, dijo la semana pasada que esta situación había sido alertada pero que "los tiempos y los procesos de dos políticas paralelas (la del Estado y la de los bancos) no siempre coinciden".
Una fuente del Poder Ejecutivo consultada ayer por En Perspectiva aseguró que este problema fue considerado como un escenario posible pero que no se esperaba esta postura tan resistente por parte de los bancos.
Soluciones
Ahora el Poder Ejecutivo se encuentra trabajando en una solución en un grupo de trabajo conformado por el Instituto de Regulación y Control del Cannabis, la Junta Nacional de Drogas, la Cancillería, el Banco Central y las instituciones financieras.
Fuentes del sistema bancario dijeron a En Perspectiva, que en este caso la solución más viable es una gestión “política” al más alto nivel que puede llevar su tiempo.
Según explicaron, esta dificultad existe porque Uruguay no es una plaza bancaria fuerte que pueda ejercer “presión” y hacer valer la legislación nacional ante los órganos reguladores del sistema financiero internacional y los “bancos corresponsales” que funcionan en países que consideran al cultivo y la comercialización de droga como un delito.
En este escenario, dijeron, la solución más viable es una gestión del Gobierno en el exterior, en la cual pueda dejarse en claro que acá es el Estado quien produce la marihuana y que las farmacias que la venden están completamente identificadas y supervisadas.
Pero… ¿existen otras soluciones?
En el Estado de Colorado, en EEUU, muchos de los comercios que expenden marihuana operan con efectivo ante el recelo de las instituciones bancarias para incorporarlos como clientes. Sin embargo, según las consultas que realizó En Perspectiva eso no es una alternativa viable para el Poder Ejecutivo ya que va en contra de la bancarización promovida por el Gobierno y, además, le quita trasparencia al sistema.
Otra solución posible, sería que cada farmacia independizara la venta de marihuana de sus otras actividades corrientes, mediante la creación de una empresa paralela. De esa forma, la decisión de los bancos de no aceptarla como clientes no afectaría toda su operativa y se podría identificar claramente el rubro del negocio tanto ante los bancos locales como los internacionales. Sin embargo, algunas de las fuentes consultadas opinaron que esta alternativa enredaría mucho más las cosas y podría dar pie a sospechas sobre maniobras con el manejo del dinero en las empresas.
Por último, una fuente del sistema financiero consultada aventuró que otro camino es que las farmacias apelen a las empresas que emiten dinero electrónico para operar de forma temporal y así saltearse el sistema financiero tradicional. Recordemos, son empresas que reciben efectivo y emiten o una billetera electrónica o una tarjeta prepaga.
Mientras el Poder Ejecutivo afina una solución, el presidente del Banco Central pidió el viernes quitarle dramatismo al asunto y anunció que iba a dialogar con los bancos.
"De alguna manera hay que compatibilizar el desarrollo de una política pública que ha tenido el país en esta materia con la viabilidad del funcionamiento del sistema financiero. Esto se debe hacer sobre la base también de las formas de funcionamiento global e internacional y de relaciones con los corresponsales del exterior que debe tener cada banco, los privados y los públicos", manifestó el jerarca.
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