Desde la audiencia, Alberto comenta dos episodios que vivió en los últimos días: probó la carne artificial que algunos vaticinan que sustituirá a la que produce el país, y se sorprendió con el aspecto de Montevideo rodeada por las cianobacterias.
El martes llegué a Miami, y una amiga vegetariana me había pedido que averiguara si hay carne artificial allí. Efectivamente, encontré las hamburguesas de Beyond Meet; seguí las instrucciones y lo que puedo decir es que, como escuché en la radio, si se le pone cebolla, algo de ajo, queso y va en un pan, no es una hamburguesa de las uruguayas (no soy habitué de ellas aunque sí las he comido, preparándome para mis nietos), pero finalmente quedan hasta ricas.
El otro comentario es que siempre disfruto escucharlos en el vuelo, mirando el verde del Uruguay. Ayer llegaba de regreso luego de un fracasado intento de ir a México dado que, por consecuencia de la contaminación atmosférica, se habían cancelado todas mis reuniones. Pero esta vez, cuando el avión giró a la izquierda luego de pasar por el Cerro de Montevideo y nos acercamos por la punta física de Punta Carretas, en lugar del marrón chocolate de esta época, quedé perplejo con el verde casi fluoración de las cianobacterias.
Parece claro que nos queda poco por terminar de destruir el planeta: ciudades bajo emergencia sanitaria por contaminación del aire, como México en el norte, fríos intensos en los inviernos y calores que incendian las forestaciones, y en Uruguay, donde en el pasado no ocurría nada, ahora nos rodean las cianobacterias y parece que será por lo menos para mucho tiempo, si no para siempre.
Un par de comentarios de un corto y frustrado vuelo.
Luis Alberto Garda
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