A. Económico

Argentina más cara en dólares: Impactos en Uruguay y panorama para los próximos meses. Análisis de Alejandro Vallcorba (Exante)

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Foto: AFP

EMILIANO COTELO (EC): La semana pasada estuvimos comentando las cifras de turismo correspondientes al primer trimestre del año que divulgó el Ministerio de Turismo. En esos datos se observó una reducción de la cantidad de uruguayos que viajaron al exterior y, en particular, un descenso de 25% de los viajes a Argentina en comparación con igual período de 2023.

El encarecimiento de Argentina a partir de los cambios que introdujo el gobierno de Milei tiene mucho que ver en esta tendencia. ¿Ha tenido otros impactos en Uruguay además del canal turístico? ¿Argentina puede sostener estos precios en dólares? ¿Cuáles son las perspectivas para lo que resta del año? Para conversar sobre esto, estamos con el economista Alejandro Vallcorba, de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Alejandro, ¿te parece si empezamos repasando las cifras de turismo del primer trimestre?

ALEJANDRO VALLCORBA (AV): Si, claro. Como decían, la cantidad de uruguayos que viajaron a Argentina cayó 25% en el primer trimestre de 2024 respecto a un año atrás. En línea con esta caída de los viajes, el gasto de los uruguayos en el país vecino también disminuyó, aunque en menor magnitud, algo menos de 20%. A su vez, al analizar estos datos hay que tener en cuenta que este año la semana de turismo cayó en el primer trimestre, a diferencia del año pasado, que fue en abril. Por lo tanto, dado que en esa semana los viajes al exterior suelen ser mayores, en realidad la caída corregida por ese efecto sería aún mayor.

La caída fue bien importante, pero igual remarco que no fue una gran sorpresa dado el fuerte encarecimiento que en los últimos meses tuvo Argentina. Repasemos las cifras. Entre diciembre y marzo Argentina tuvo un 90% de aumento del IPC y, en el mismo período, el dólar “blue” (que al final es el relevante para analizar el desvío de consumo de los hogares uruguayos hacia Argentina) se mantuvo prácticamente estable.

Entonces, la combinación de estos dos factores, alta inflación y estabilidad del dólar, determinó que Argentina se encareciera para el turismo uruguayo. Si bien sigue luciendo “barata” para los uruguayos en una perspectiva histórica, la brecha de precios medida al dólar blue está en los niveles más bajos de los últimos cinco años.

RA: La evolución del turismo da cuenta de que ese cambio en la relación de precios tuvo impactos bien visibles. ¿Hay otros impactos medibles más allá del canal turismo?

AV: Hay bastante información anecdótica, pero también hay algunos otros indicadores medibles. Por ejemplo, las ventas de combustibles sumando Salto, Paysandú y Río Negro subieron en torno a 30% interanual en enero-marzo y superan los niveles pre-pandemia, cuando el año pasado, producto del desajuste de precios con Argentina, se habían desplomado.

Volviendo a los datos de turismo, Romina, también quiero marcar que desde Exante estamos esperando que la caída en el número de viajes se profundice en los próximos meses. Concretamente, nuestros modelos apuntan a que en el conjunto del año los viajes a Argentina serían en torno a 40% inferiores a los registrados en 2023, con caídas a menos de la mitad en el segundo semestre.

RA: Bien, entiendo. Igual supongo que eso depende de qué pase con los precios en Argentina. ¿Es razonable prever que se va a quedar así de cara en dólares?

AV: En el corto plazo incluso podría encarecerse un poco más, porque todavía vamos a tener meses de inflación importante en Argentina (aunque no tan grande como en los últimos 3 meses) y porque los mercados siguen convalidando bajos niveles de brechas cambiarias entre el dólar paralelo y el dólar oficial.

Pensando en un plazo un poco más largo, que esto se mantenga así depende de que siga primando una visión positiva sobre el programa de estabilización en Argentina, lo cual está sujeto a un nivel muy alto de incertidumbre. Lo digo porque si los mercados se “desencantan” de este ajuste y empiezan a incorporar expectativas de más devaluación o más inflación por delante, entonces las brechas cambiarias podrían volver a subir y Argentina podría abaratarse.

Reitero, de todos modos, que hoy prevalece una visión más bien optimista. Ciertamente más optimista que cuando arrancó el año.

RA: ¿Cuáles son a juicio de ustedes los elementos que tenemos que monitorear más de cerca desde Uruguay?

AV: Como decía, la evolución de las cotizaciones paralelas del dólar es en buena medida una muestra de la credibilidad en el programa.

El gobierno argentino está intentando implementar un conjunto de medidas monetarias, cambiarias y fiscales para estabilizar la economía, y en esos puntos se va a estar jugando el partido. En particular, el ajuste fiscal parece ser la piedra angular de este plan.

RA: ¿Qué balance hacen del ajuste que se procesó hasta el momento?

AV: Era un ajuste muy necesario, porque Argentina no cuenta con financiamiento externo para el déficit y se estaba recurriendo a emisión monetaria para financiarlo. Cortar esa emisión es pre-requisito para estabilizar la economía. Recordemos que el año pasado, el déficit fiscal del gobierno nacional fue de 4,4% del PBI.

Cuando asume el gobierno de Milei en diciembre, uno de los objetivos que se plantean es llegar al equilibrio fiscal, es decir déficit fiscal nulo, para fines de este año.

Y lo cierto es que en los primeros meses de gobierno se ve un fuerte ajuste de las cuentas públicas, de forma muy rápida. El gobierno “pisó” muchos gastos. Además, la alta inflación que comentaba anteriormente está dando lugar a una enorme licuación del gasto público, favoreciendo también el ajuste fiscal.

El último dato fiscal disponible es el de marzo, donde Argentina logró por tercer mes consecutivo un superávit fiscal. Esto quiere decir que los ingresos recaudados por el gobierno fueron mayores a los gastos realizados.

RA: ¿Cuán grande es el superávit, Alejandro?

AV: En los primeros tres meses del año el resultado primario, es decir la diferencia entre ingresos y gastos excluyendo el pago de intereses de la deuda, fue superavitario en 0,9% puntos del PBI, mientras que el resultado fiscal global, incluyendo el pago de intereses, fue positivo también en 0,3% del PBI. Este es el mejor resultado de las cuentas públicas argentinas en un primer trimestre de los últimos quince años.

Este superávit fiscal, como decía, se dio por una fuerte reducción de los gastos medidos en términos reales, que cayeron 35% en comparación al primer trimestre del año pasado, mientras que los ingresos también cayeron pero en menor magnitud (en torno a 5% en términos reales).

RA: ¿Podemos repasar en qué partidas se está ajustando?

AV: La caída del gasto en los primeros meses del año es generalizada, a nivel de todas las partidas. En particular, se destacó el fuerte ajuste de las jubilaciones y pensiones y de los salarios, que en 2023 representaban en conjunto el 45% del gasto primario total y que cayeron 36% y 20% interanual en el primer trimestre, respectivamente. En estas partidas es donde se ve más reflejado el efecto licuación del gasto por la fuerte suba de la inflación.

También se ajustaron otras partidas, como los subsidios y las transferencias a provincias, que cayeron 46% y 76% respectivamente (siempre en términos reales e interanuales), pero que tienen un peso bastante menor en el gasto total.

RA: ¿Cuán factible es que se sostenga el ajuste en los próximos meses? Te lo pregunto porque la inflación debería ir bajando y, al mismo tiempo, hay reclamos de que se recomponga al menos parcialmente el poder de compra de salarios y pasividades.

AV: Exacto. Pongo un ejemplo. A fines de marzo el gobierno presentó una nueva fórmula de ajuste de las jubilaciones, en la cual se establece que a partir de mayo las jubilaciones tendrán un ajuste mensual equivalente a la inflación registrada dos meses antes (es decir, en mayo aumentarán lo mismo que la inflación mensual de marzo). Y en forma adicional a eso se estableció un aumento extra en abril de casi 30%. En el neto igual hubo un ahorro para el gobierno, pero es claro que el nivel de licuación de gasto público que vimos en enero-marzo no va a ser sostenible políticamente.

Por eso es tan importante lo que está pasando en el Congreso con la Ley Omnibus y, en particular, con su capítulo fiscal. Ahora el gobierno enfrenta el desafío de encontrar otras alternativas que le den sostenibilidad a lo hecho y lograr el objetivo de equilibrio fiscal para el cierre del año. Ese capítulo fiscal de la Ley Omnibus incluye, por ejemplo, medidas para apuntalar los ingresos del gobierno.

Si bien obtuvo media sanción en diputados, todavía tiene que ser aprobado por la cámara de senadores y no es claro que el gobierno, que tiene minorías en el congreso, consiga las alianzas para llegar a los votos.

El paquete de la Ley Omnibus también tiene otros capítulos relacionados con reformas pro-crecimiento. Nos estamos quedando sin tiempo pero ese es otro conjunto de temas esencial para mirar desde Uruguay, porque si la economía Argentina no empieza a crecer también va a ser difícil sostener estos precios en dólares.

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