A. Económico

Cultivos de invierno: Precios altos, costos altos e incertidumbre por la guerra. ¿Cuáles son los riesgos y perspectivas para esta zafra?

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Cultivos de invierno: Perspectivas y riesgos

EMILIANO COTELO (EC): En pocas semanas estarán comenzando las siembras de una nueva zafra de invierno, en circunstancias muy particulares. Los precios tanto del trigo y la cebada como de la colza están en niveles históricamente altos, pero al mismo tiempo los costos de varios insumos se ubican en valores máximos. Más aún, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, desde el sector se advierte de dificultades de abastecimiento en algunos fertilizantes y agroquímicos.

En medio de este escenario, cabe preguntarse, ¿qué perspectivas se manejan para los cultivos de invierno en esta próxima campaña? ¿Cuáles son las principales preocupaciones y los riesgos más relevantes para los agricultores uruguayos en esta coyuntura tan singular? Lo conversamos en seguida con la economista Florencia Carriquiry, socia de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Para empezar, quizás valga la pena repasar cómo cerró la zafra 2021/2022 a nivel de los cultivos de invierno.

FLORENCIA CARRIQUIRY(FC): Bien, empecemos por ahí. La verdad es que venimos de un par de inviernos de muy buenos resultados productivos en los cultivos de invierno y con expansión de las áreas sembradas. En el invierno de 2021, el área sembrada con trigo subió 9%, el área de cebada aumentó más de 20% y vimos un nuevo escalón en el cultivo de colza y carinata, que superó las 160.000 hectáreas y se consolidó como un cultivo cada vez más relevante en la agricultura de nuestro país. Y, como decía antes, volvimos a ver buenos resultados productivos, con rindes de alrededor de 4.000 kilogramos por hectárea en los cereales y de 1.800 kilos por hectárea en la colza y la carinata.

De esa manera, las cosechas de los tres cultivos subieron fuertemente y la zafra cerró con muy buenos niveles de rentabilidad, incluso cuando los costos de producción también aumentaron de modo significativo.

RA: ¿Podemos comentar esas cifras? ¿Qué estimaciones manejan a nivel de márgenes de los principales cultivos de invierno en la última zafra?

FC: Según las estimaciones que realizamos en Exante, con rindes arriba de los 4.000 kilos por hectárea y precios en el eje de los US$ 290 por tonelada tanto en el trigo como en la cebada, los ingresos por hectárea superaron los US$ 1.000 en estos cultivos. Y si bien, como mencionaba antes, los costos también aumentaron significativamente (ubicándose entre US$ 600 y US$ 650 por héctarea), los márgenes habrían tenido una mejora apreciable. Concretamente, estimamos un margen promedio antes de la renta de la tierra en el eje de los US$ 500 por hectárea en el trigo y algo arriba de eso incluso en la cebada. En ambos casos estamos hablando de cifras muy altas en términos históricos.

Y en el caso de la colza y la carinata, los precios medios de venta habrían superado los US$ 600 por tonelada y eso, junto con los mejores rindes permitió más que compensar la suba de costos y obtener márgenes récord de cerca de US$ 500 por hectárea, se trata de un resultado realmente muy bueno para un cultivo que no había logrado hasta el momento niveles de rentabilidad adecuados en nuestro país.

RA: Es decir que los cultivos de invierno cerraron con muy buenos resultados la zafra 2021/2022, ¿qué se espera para esta campaña que está por empezar? ¿Vamos a ver nuevos aumentos de las áreas sembradas con estos cultivos este año?

FC: La principal incertidumbre es qué pasa con la oferta de insumos en las circunstancias actuales. En otras oportunidades comentamos en este espacio que la guerra entre Ucrania y Rusia estaba teniendo impactos importantes en los mercados de varios commodities y también en los de algunos insumos clave para la producción agropecuaria. Rusia es un productor y exportador de fertilizantes muy fuerte a nivel mundial y a causa del conflicto estamos viendo un recorte abrupto de la oferta global de urea y de otros fertilizantes y, como consecuencia, un alza extraordinaria de sus valores. En este marco, uno de los principales riesgos para esta próxima zafra agrícola es contar con suficiente oferta de fertilizantes y agroquímicos para concretar la siembra planificada en este próximo invierno.

Los especialistas señalan que esto sería más importante aún en los cereales que en los oleaginosos leguminosos (porque estos últimos sintetizan nitrógeno naturalmente) y porque además la demanda de oleaginosos tanto para la producción de aceites como para la producción de combustibles está hoy por hoy muy alta como consecuencia de la guerra. Desde esa perspectiva, tendemos a esperar relativa estabilidad en el trigo y la cebada, mientras que nos parece que es probable que veamos un nuevo aumento del área de colza y carinata, que son cultivos de ciclo más corto y que permiten realizar más tempranamente la siembra de soja de cara al próximo verano.

Ahora, de todas maneras, vuelvo a insistir, el escenario es todavía incierto, no sólo por la eventual escasez de algunos insumos sino también porque los costos han tenido una suba extraordinaria en los últimos meses y eso supone riesgos importantes para esta próxima campaña.

RA: ¿Por qué decís eso? ¿Cuánto estiman serán los costos de implantación de los cultivos de invierno este año?

FC: Estamos estimando que los costos de producción por hectárea de los cultivos de invierno tendrían aumentos de más de 60% medidos en dólares este año. Como decía antes, esto se deberá principalmente a un encarecimiento de los fertilizantes y agroquímicos (que más que duplicarían su precio frente a la siembra anterior). También impactan los precios más altos de los combustibles frente a la zafra previa y costos más altos por la semilla, ante la fuerte valorización de los granos.

En definitiva, si bien hay algunas diferencias entre cultivos, nuestras proyecciones apuntan a que los costos por hectárea se acercarían a los US$ 1.000 en los cultivos de invierno, es un monto que no tiene precedentes.

RA: ¿Y los números cierran con costos así de altos?

FC: Claramente allí está el punto y en eso radican los temores más importantes para esta próximos campaña. Según nuestras estimaciones, con los precios actuales (en torno de los US$ 350 en el trigo y la cebada y arriba de los US$ 700 en la colza) y rendimientos como los del año pasado los márgenes serían todavía relativamente buenos (aunque menores a los del invierno pasado).

Ahora, para esto es clave que no veamos sorpresas negativas ni a nivel de los precios ni a nivel de los rendimientos. Por eso mencionaba antes que los riesgos son realmente muy altos para esta próxima zafra, sobre todo con la volatilidad que estamos viendo en los precios internacionales de algunos de estos productos en las últimas semanas y ante las incertidumbres que prevalecen en torno al propio conflicto Ucrania – Rusia.

A nuestro juicio, en un contexto como el actual son altos los incentivos para utilizar instrumentos de cobertura de riesgo de precios, como las ventas anticipadas, que permitan cerrar posiciones. pero eso no es tan sencillo en los cultivos de invierno como lo es por ejemplo en la soja.

RA: ¿A qué te referís con eso? ¿Por qué no es tan sencillo realizar coberturas en los cultivos de invierno?

FC: En los cultivos de invierno existe la posibilidad de realizar ventas anticipadas con los exportadores o traders locales, pero en la medida en que las cotizaciones locales tienen una correlación menos clara con las referencias internacionales las coberturas son más complejas y en general más costosas, se realizan con castigos relativamente importantes sobre los precios internacionales prevalecientes.

De todas maneras, como mencionaba antes, nos parece que con costos tan altos como los que están planteados para esta próxima campaña, el riesgo de permanecer con la posición totalmente abierta y exponerse a un ajuste más o menos abrupto de los precios de venta hacia el final de la zafra cuando toque vender la cosecha, hace más relevante que nunca evaluar seriamente este tipo de coberturas.

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