Días de coronavirus

La intimidad hoy

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Por Beatriz Angulo //

En este momento especial que todos estamos viviendo surge un tema relevante: la intimidad.

La intimidad remite a lo íntimo, a la interioridad. Proviene del latín "intus" que significa adentro, interno, reservado. Esto obviamente se opone a lo externo, a lo genéricamente visible.

¿Qué está ocurriendo en ese mundo más desconocido de los seres humanos? ¿Que ocurre con los sentimientos, los deseos, la sexualidad?

Siempre lo íntimo se relaciona con los otros, esos otros cercanos que son la familia, la pareja.

Podríamos decir que también toca aspectos inconscientes, reprimidos, tapados, que mueve nuestras formas de estar y de convivir. Todo eso que no vemos de nosotros y de los otros.

Quizás por esa razón es menos compartido y conocido, pero importante para nuestra salud mental según cómo lo estemos viviendo.

Nunca debemos perder de vista que este zambullirnos obligatoriamente en la intimidad trajo movimientos, cuestionamientos y desafíos. Vivir en un mismo espacio físico y mucho tiempo con menos conexión con el exterior está condicionando a la convivencia.

En este circular menos afuera se colocan adentro, con mayor intensidad, pasiones, enojos, temores y diferencias. Se ve todo esto como condensado.

Hay detalles de la convivencia que no eran observados y ahora son registrados por el otro; y no siempre con la habitual tolerancia, sino con molestia.

Me relataba alguien: “pasa horas en el baño, no entiendo qué hace”, otra persona decía “no soporto que ordene todo el día las cosas, todo el día me mira lo que hago” y una señora me comentó: "ahora recién se dan cuenta de todo lo que hacía”.

Otra cercanía se da en el adentro, cercanía que en ocasiones es vivida con placer, pero en muchas otras historias con fastidio y desagrado.

Algunas personas me cuentan que se están reencontrando consigo mismos y de otra forma con los otros cercanos. Con un reencuentro más próximo a los sentimientos.

Surgen quienes relatan que lo que más quisieran y extrañan es la vida en pareja, el compartir la vida con alguien. Así como también algunos de los que están en pareja manifiestan cansancio, enojo: “me tiene podrido”, “no lo aguanto más”.

Estas situaciones atípicas de encierro movilizan historias que ya venían quizás complicadas, frágiles y esto las precipita.

Aspectos muy profundos se ponen en movimiento, elementos más primarios de uno mismo y del otro. Secretos cotidianos del otro salen a la luz. Formas y ritmos distintos.

En algunos casos, los relatos, al descubrirse, al tener más tiempo, afloran sentimientos de placer y de mejor convivencia. “Me está encantando estar todos juntos en casa, nos estamos disfrutando como nunca”.

También me decía un adolescente: “Estoy harto, ya no los aguanto más, todo el día arriba mío, ¿recién se dan cuenta que me duermo a las cuatro de la mañana? ¿Y qué problema hay?”.

La sensación de libertad cambió, sin querer, es como un controlar al otro, saber qué hace, qué va a hacer. Quieren por ejemplo incluirlo en la película que van a ver, o en el comer, cuando de repente el otro no tiene hambre.

Ese escape -podríamos llamarlo- así se da a través de las redes. Ya sea videollamadas, zoom, búsquedas interminables en internet… Es como un abrir la puerta, no a la calle, sino a ese mundo virtual que parece aliviar el aislamiento.

Y algo que no es menor, habidas las circunstancias: no requiere estar dentro de un mismo espacio social; los encuentros son difíciles de verificar y por lo tanto permiten fantasear, imaginar, quizás soñar. Todo muy diferente de la dimensión real, de carne y hueso de quien tengo al lado.

Se da una distinción clara entre las expectativas cara a cara, las experiencias, ya sea con mi novio, con mi madre y en los encuentros virtuales. Esos otros no tienen por qué pertenecer a los mismos espacios sociales.

Son muchos los relatos de personas que están conectándose y contándose sus vidas con ex novios, con parejas de otras épocas.

Pensemos que esto es un tiempo, incierto sí, que nos obligó a permanecer adentro, a compartir nuestra intimidad en forma abrupta. Se movilizan cosas, salieron a la luz muchas en forma quizás más intensa.

Apareció lo extraño de mí y lo extraño del otro.

El pasar por esto trae cambios, nuevos cuestionamientos de la vida y de cómo vivirla.

Algunos saldrán malheridos y otros, después de esta gran herida, más fortalecidos.

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Beatriz Angulo para el espacio Voces en la cuarentena de En Perspectiva.

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Foto: Pxfuel

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