La Dirección Nacional de Aduanas aumentó los controles en la zona fronteriza con Brasil para combatir el contrabando. El director del organismo, Enrique Canon, dijo a En Perspectiva que el argumento de que la fiscalización se aplica a las pequeñas compras en vez de hacerse con grandes contrabandistas no corresponde a la realidad y adelantó que están en ejecución nuevos operativos en esa línea.
EN PERSPECTIVA
Lunes 12.10.2015, hora 10.19
EMILIANO COTELO (EC) —A raíz de este fin de semana largo, la Dirección Nacional de Aduanas incrementó los controles en la zona fronteriza con Brasil para combatir el contrabando, que viene creciendo debido a la diferencia cambiaria que tenemos con ese país.
Durante el sábado y domingo hubo, incluso, operativos en vehículos de transporte y de pasajeros que circulaban por la Ruta 9 para detectar si habían cargado combustible del lado brasileño.
Estas acciones se suman a otras que viene desarrollando Aduanas, por ejemplo incautaciones en comercios instalados en ciudades de la zona y que estaban vendiendo mercadería ingresada ilegalmente al país.
Vamos a profundizar en este tema. Estamos con el director nacional de Aduanas, el contador Enrique Canon.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —¿Cuánto se han incrementado los controles fronterizos desde que se ha acentuado esta diferencia cambiaria con Brasil? ¿Cuánto más personal se destina a estas tareas?
ENIRQUE CANON (ECA) —Hemos dispuesto la instalación de nueve puestos de control, además de 18 puestos de Aduanas en todo el país. Participan en ellos 40 funcionarios. En tres se trabaja en conjunto con ANCAP en, como ustedes decían en la introducción, control de combustibles (si es nacional o de contrabando). Se han realizado alrededor de 22 intervenciones en comercios y depósitos en Artigas, Pando, Melo, Lascano, Treinta y Tres, Sarandí del Yi, incautándose mercadería por valor de $ 1.500.000. En puestos de frontera ha habido aproximadamente unas 40 incautaciones pero de menor cuantía
Todo esto hecho sin molestar al turismo que ingresa a nuestro país a pesar del mal tiempo. Esa es la cuantificación que estamos presentando.
RA —Usted explicaba que, además de los controles fijos, que ya existían en todos los puntos de Aduana, se han establecido controles móviles en el medio de la ruta…
ECA —Efectivamente, en esos nuevos puestos que le acabo de mencionar.
RA —Y tanto en los puestos fijos fronterizos como en estos móviles, el control que se está realizando, ¿es auto por auto o es aleatorio?
ECA —De acuerdo a la afluencia de turistas o de nacionales que vuelven del extranjero y de acuerdo a la disponibilidad del administrador del lugar o el encargado del puesto. El control es exhaustivo en la medida que sea posible; si no, es una aleatoriedad con un intervalo menor al que solemos practicar justamente por los riesgos de contrabando que hay.
Yo he participado personalmente. Ahora estoy en Treinta y Tres, vengo de Aceguá, Melo, Soriano, Salto, y no ha habido ningún inconveniente, las incautaciones han sido menores y todo se desarrolla con normalidad.
RA —Vayamos a eso, ¿qué es lo que se le está dejando pasar a la gente?
ECA —Estamos trabajando con tolerancia cuando las compras son menores, pero si se trata de un surtido se invita a la persona a devolverlo o hay una incautación. Esto diría que es subjetivo. La cuestión es que no haya abuso en el sentido de que ya hay, como quien dice, una franquicia para quienes quieren hacer compras en el exterior que sean razonables. Pero cuando la razonabilidad se transforma en comercio, hay incautación.
RA —¿Pero qué puede ser razonable? Por ejemplo, una compra de una familia para un mes, ¿entra en lo razonable?
ECA —Eso no es razonable. Eso ya es como una competencia con el comercio local. Generalmente el surtido se hace en el almacén o el supermercado del barrio dentro del territorio nacional. Si se va a comprar al exterior, se puede comprar algo que sea de ocasión, como un kilo de azúcar, que obviamente hay un incentivo económico para comprarlo, pasta de dientes, etcétera, una bolsa de supermercado. Cualquiera comprende lo que es un surtido: un carro de supermercado lleno.
RA —Y ante estas situaciones muchas veces la crítica que recibe Aduana es "por qué se meten con estas pequeñas compras y no con los grandes contrabandistas". ¿Usted qué responde?
ECA —Ese argumento tiene legitimidad y se escucha muchas veces, pero no se corresponde con la realidad. Cumplimos con nuestro deber en lo que tenemos que hacer, tanto con los chicos como con los grandes. Yo comprendo que en general la población se moleste, pero recurro a la memoria incluso del periodismo para saber que Aduana ha hecho operativos contra grandes contrabandistas. No solo eso, estamos trabajando para hacer más. Recientemente se condujo frente al juez de Crimen Organizado a un gran contrabandista de Salto, que es uno de los proveedores de una instalación de gran contrabando de larga data. Él y su esposa están procesados con prisión y este es un operativo que empezó en 2010.
Asociaciones para delinquir se desbarataron -ya la memoria no me da, así como parece que le sucede a la población- más de una veintena en todo este período. Exclusivamente en grandes operativos contra el gran contrabando se ha detenido a más de 250 personas; procesados deben andar alrededor de los 100 y 25 o 26 de ellos son funcionarios aduaneros. Hay funcionarios del Estado también y señores comerciantes o “emprendedores” del contrabando.
RA —O sea que han procesado tanto a comerciantes como a funcionarios de Aduana que estaban involucrados en este tipo de maniobras.
ECA —De Aduanas, del Ministerio de Ganadería, del Ministerio del Interior… más de un centenar, que no es poca cosa, y además son operaciones que llevan en inteligencia aduanera entre seis y ocho meses de trabajo para llegar al fondo. Claro, cuando cae una asociación para delinquir en contrabando de este porte hay alguien que lo sustituye, lamentablemente. La comparación es odiosa pero cierta: es como los carteles de la coca, cayó [Pablo] Escobar y apareció el cártel de Sinaloa. Donde hay una renta fácil de hacer siempre hay gente inescrupulosa que está dispuesta a sumarse. Es una batalla que no tiene final.
RA —Imagino que en este contexto en el que se ha acentuado la diferencia cambiaria también perciben un incremento en este gran contrabando.
ECA —Estamos trabajando en eso. Obviamente no puedo dar detalles al aire. Hay que tener paciencia. No son inmediatos los resultados, pero la población se va a enterar prontamente de nuevos operativos de Aduana contra el gran contrabando. No hay solución de continuidad en esto. No es que se termina un operativo y se descansa. Hay tres o cuatro operativos preparándose al mismo tiempo.
RA —Volviendo a estos operativos que se instrumentaron este fin de semana y que han llamado más la atención en el último tiempo: ¿cómo se desarrollaron estos controles en lo que tiene que ver con el combustible, detectando tanto en transporte de carga como de pasajeros si habían cargado combustible del lado brasileño teniendo en cuenta la diferencia que hay en este bien en particular?
ECA —El operativo que dimos en llamar Descubrimiento empezó antes, no es solo de este fin de semana ni va a terminar este fin de semana: continúa hasta nuevo aviso. Comenzó con pollos y cigarrillos. La operación que le acabo de referir se llama “Caciques de Humo”, hay 25 procesados. Hay también ropa, ahí le estoy hablando de grandes operativos. Después hicimos un operativo en puerto, en el cual denunciamos frente al Ministerio de Transporte y Obras Públicas [MTOP] a las empresas que tenían combustible probadamente no nacional. El MTOP, en reuniones que hicimos hace dos semanas, nos dijo que está analizando qué sanción pone a la empresa de transporte. Simultáneamente en tres puestos estamos trabajando con ANCAP (uno de ellos está en la Ruta 9) haciendo controles de la procedencia del combustible de vehículos tanto familiares como de gran porte, camiones, etcétera.
RA —¿Familiares también, el vehículo común también?
ECA —Lo hacemos con una aleatoriedad mucho mayor porque obviamente quien va al otro lado de la frontera y carga combustible, una vez que éste está en su tanque no es pasible de ser imputado de contrabando. Pero, claro, cuando lleva bidones -cosa que vi ayer en el control de Aceguá- se incauta y ahí sí estamos hablando de otra cosa.
Lo hacemos en conjunto con ANCAP, que en laboratorios móviles o en los nuestros -con diferimiento en el tiempo- analiza el combustible y puede determinar si la nafta es nacional o no. De no serlo, entonces pasa al MTOP y en algún caso a la Justicia, ya cuando se trata de doble tanque o algo de porte mayor.
El MTOP nos dijo en la reunión que está analizando qué sanciones pecuniarias va a establecer sobre las empresas de transporte que hacen este tipo de contrabando.
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Transcripción: Andrea Martínez
