Agro

La Mesa Agropecuaria
Endeudamiento del sector; Paraguay como destino para inversores y productores

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EC —¿Está pasando eso?

HR —Como Andrés decía, primero que nada, coincidimos en que la lechería lamentablemente el 70 % de la producción es exportable y por lo tanto el mercado internacional nos pega y nos pega fuerte, de US$ 5.000 pasó a US$ 2.000, es muy grave. La diferencia que tenemos con los países que son exportadores lecheros es que los gobiernos dependen de la industria de la lechería y se endeudan, protegen; así sucede con el Mercado Común, así sucede con Nueva Zelanda y también con Estados Unidos. Y nosotros hasta el momento lo que hemos tomado es crédito, y lamentablemente tenemos que seguir en esa situación.

Por supuesto que hay productores que están comprando vacas y productores que van a comprar tambo, pero eso no quiere decir que haya productores que estén bien, quiere decir que hay productores que tienen crédito. El otro día en una conversación con un diputado de San José que tuvimos por teléfono y nos vamos a juntar ahora, él mencionaba que los productores grandes estaban bien y que los productores chicos estaban mal. Y no es así, eso es desconocer la situación. Lamentablemente todos los productores están mal. Los grandes van a tener posibilidad de salir porque van a tomar crédito, se van a endeudar y después van a manejar esa deuda o eventualmente van a vender capital, depende de cómo sea la crisis.

Y hay que ver que el sector es solidario. El FAL es solidario totalmente, el productor grande generalmente no lo quiere, porque tiene posibilidad de crédito, va y saca dinero y lo paga cuando quiere, y acá no solo tiene que pagarlo en seis, siete años, sino que si aumenta la producción va a pagar más.

RD —Es el productor que está en la cooperativa.

HR —No, todos los productores del país que remiten a planta van a pagar el FAL, así que es solidario, a los productores chicos se les entrega un mínimo. Hay que tener mucho cuidado cuando se habla. Creo que repartir productores, e incluso lechería, con productores chicos no existe, y el productor grande, como decía Andrés, se puede retirar. Ese productor tiene posibilidades, cuando esto cambie, de hacer otra actividad. El productor chico que deja, lamentablemente, como bien decía Berterreche, no va a volver a producir. Y tenemos que hablar de sector para encontrar una solución.

RD —Recogiendo lo que dijo Andrés y sobre todo pensando en que quede claro, ¿centramos la preocupación en el rubro lechero, o cuando hablamos de endeudamiento…? ¿Cuál es la visión del resto?

GV —No, yo voy a discrepar. Todo lo que se dijo es cierto, la crisis en el sector lechero es realmente preocupante y el impacto social de la crisis en el sector lechero es el más grande. En el otro extremo está el sector ganadero, que fue el que menos impacto tuvo, pero además fue el que menos se endeudó. Y si vamos al sector agrícola, me preocupa en forma absoluta y en forma relativa. En forma absoluta porque la deuda de todos los productores pasó de US$ 440 millones en el 2007 a US$ 2.560 millones en el 2016. Pero si analizamos el crecimiento del endeudamiento por sectores, el endeudamiento de los productores agrícolas de secano creció en estos nueve años 730 %, el de arroz 510 %, el de servicios agrícolas 510 % y el de lechería 710 %. El de ganadería es de 300 %, es el sector menos impactado.

RD —Me interesa aclarar esos números. ¿Cuál es el capital social que hay detrás de la agricultura? ¿Es comparable con el de la lechería? ¿Redunda en lo mismo para el país?

GV —El impacto es infinitamente mayor en la lechería, pero la agricultura cambió en los últimos años, si bien hay grandes empresas haciendo agricultura, muchas desaparecieron y siguen desapareciendo.

EC —Estás aludiendo a un caso concreto de estos días, el de UAG.

GV —UAG, El Tejar…

EC —Sí, pero el más fuerte de estos días es el de UAG, que tiene los otros antecedentes.

GV —Exacto, es la crónica de una muerte anunciada, hacía tiempo que estaba por suceder.

CA —Deja mucha gente en la calle, deja muchos empleados en la calle y deja muchos establecimientos sin posibilidades de arrendar los campos, eso es un problema. Con el puente verde se solucionó hasta el 15 de octubre, después del 15 de octubre ¿qué pasa con todos esos campos?

EC —¿Qué es el “puente verde”?

CA —El puente verde es algo que establece la ley de suelos, que entre un cultivo y otro se tiene que hacer una cobertura con cultivo de invierno, llámese raigrás o avena. Hoy es una solución, porque se puede invernar y se pueden terminar los ganados, pero el 15 de octubre se termina el puente verde y hay que hacer un cultivo de verano, pero no hay agricultores para hacerlo. Ahí el país tiene un problema.

GV —Claro, atrás de esas grandes empresas había un montón de pequeñas empresas de productores reconvertidos que les daban servicios.

CA —Los contratistas quedaron endeudados, y no integran esa cuenta, no son productores ganaderos, ni lecheros, ni hortícolas. Son productores que compraron maquinaria pensando que iban a hacer 1.000 o 2.000 hectáreas de agricultura por año y hoy están sin trabajo.

GV —En la parte de los servicios agrícolas, que son esas empresas, se pasó de US$ 50 millones a casi US$ 300 millones, y con un agravante: cuando el negocio funciona la maquinaria agrícola tiene un valor de mercado, en este momento esos fierros no valen nada, porque no hay quien los compre. Esa gente está dejando de trabajar.

CA —Se descapitalizó.

GV —Totalmente.

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