
EC —¿Qué tiene que ver esto con esta frase suya: “hay que desoligarquizar y desburocratizar al FA”?
JM —Ahí no va tanto a estas formas de comunicación. Hay un problema que es normal en todas las organizaciones, que es habitual en todas las organizaciones, que es una tendencia a la burocratización, a que un grupo de gente fuertemente vinculada a la estructura del aparato termine tomando decisiones y decisiones que son relevantes desde el punto de vista político. Creo que uno de los desafíos más grandes que tenemos es sacudir al FA, sacarlo de la calle Colonia y Ejido, de la Casa Líber Seregni, para que mucha más gente participe, para que se abran más las puertas de esa casa. Ese es el proceso que preocupa, cuando un pequeño grupo, no digo legítimamente, pero entendiblemente empieza a tomar o se queda tomando decisiones de espaldas al colectivo adherente, al colectivo preocupado por la fuerza política.
EC —Por eso mismo, para que eso cambie, ¿la comunicación, estas otras formas de comunicación además de las ya clásicas de los comités de base, las coordinadoras, juega un papel?
JM —Sin duda. Hablamos de comunicación en general, y es un hecho y hemos reiterado mucho que los frenteamplistas comunicamos mal, que el FA comunica mal, seguramente el gobierno también en muchos aspectos comunica mal. No tenemos una buena página del FA. Usted de mañana lee la página de la Presidencia de la República, porque allí encuentra información relevante, que para su comunicación en la radio es fundamental. Pero no hace lo mismo con la página del FA, porque allí no hay información relevante. Entonces no creo que tengamos que tener un medio propio, no me gustaría un medio propio…
EC —Se discutió ese tema, si el FA debe tener diario, radio, canal de televisión.
JM —Aparecen esas propuestas. Lo que pasa es que los medios partidarios no terminan generando confiabilidad, un medio que simplemente va a decir que todo lo que hacemos está bien, que es claramente adherente no es un medio que le llegue a la población. Y la política se trata de llegar a la población, no se trata de convencernos entre un grupo de convencidos o de alegrarnos entre unos pocos. Entonces creo que vale la pena que haya muchos medios, que los medios sean plurales, tenemos muchísimos periodistas que dan información. Lo que hay que generar son los hechos políticos y los insumos para la comunicación desde el punto de vista político, no generarnos un medio propio. Creo que es un alto costo, pero además políticamente no tiene mayor sentido, no genera conciencia política.
EC —Esteban Valenti, que en un principio había apoyado su candidatura, anunció esta semana que no concurrirá a votar. “Creo que el FA necesita algo más que curitas. Si los no votantes no le demostramos a la estructura, al oficialismo dominante del G8 o del G9 y también a la minoría, aplastada y dominada, cuál es la verdadera situación, nada cambiará”, señaló. ¿Cómo le cayó esa decisión de una figura que es, de hecho, un líder de opinión entre los frenteamplistas?
JM —No tengo duda de que Valenti es una persona que pesa en algunos sectores de opinión pública. Pero yo discuto sobre ideas, no sobre personas. No acompaño las ideas allí expresadas, creo que abstenerse de participar siempre es un error. No cambia nada, si el domingo 24 de julio aquellos que sostienen que hay que sacudir, que hay que dar una fuerte señal se quedan en su casa no cambia absolutamente nada. Al contrario, se corre el riesgo de afianzar un pequeño espacio de poder y que no sacuda al FA. Creo francamente que es exactamente al revés. Entiendo esas posiciones, no las comparto, creo que son riesgosas, que le hacen mal al FA y al sistema político. Llamar a la abstención siempre fue un error en el sistema político.
EC —En la columna que Valenti escribió en Montevideo Portal y en la que anunció su decisión de abstenerse denunció que los principales temas del FA, los que realmente tendrían que estar debatiéndose, fueron “cuidadosamente evitados” por los cuatro candidatos, por ejemplo “la pésima gestión en Ancap y la transparencia en la gestión pública y su ética, sobre el uso de la mentira reiterada y contumaz en política”. ¿Qué responde usted?
JM —Que ese es un tema de Ancap y del gobierno y acá estamos discutiendo sobre la fuerza política. Si se quiere discutir sobre transparencia, sobre crítica, sobre autocrítica de la gestión, me parece totalmente legítimo. Pero yo no quiero discutir la gestión en Ancap puntualmente, lo que quiero discutir es cómo el FA propone que se gestionen los entes públicos, las empresas públicas para el desarrollo del país. Si no, es caer en una discusión pequeña, y además confundir –insisto, y es un riesgo serio– gobierno y partido político. Si bien el partido político de gobierno, a mi entender, tiene el deber, tiene como primer desafío sostener políticamente a sus gobiernos, no solo al gobierno nacional, también a los gobiernos departamentales, puede ser crítico, pero no puede reducir la discusión a la crítica de la gestión de una empresa pública.
EC —Tengo acá mensajes de oyentes que van por ese lado: “Falta autocrítica, un poco de autocrítica respecto a lo que se hizo en Pluna o Ancap, con las pérdidas que se acumularon, lo que está pasando, o lo poco que está pasando, en la educación”.
JM —Creo que ha habido autocrítica, que hemos sido fuertemente autocríticos en el FA. Es más, anoche el ministro de Economía fue claramente autocrítico en el acto de cierre que hicimos en el Club Banco Hipotecario.
EC —Astori fue uno de los oradores y llamó la atención ese planteo, está recogido en algunas crónicas de prensa esta mañana. Dijo: “No quiero ser injusto con los logros, pero la elección del domingo será difícil porque hemos cometido errores”. De todos modos no fue más específico que eso, se quedó en que se cometieron errores.
JM —Es un acto político, no sé cuánto duró el discurso del ministro, habrá durado siete, ocho minutos, se hacen esas referencias. Insisto, se ha instalado esto de que el FA no ha sido crítico o los frenteamplistas no hemos sido críticos con los errores de gestión que hemos tenido. Yo francamente creo que hemos sido críticos, y estoy dispuesto a seguir siendo crítico, no quiero ser obsecuente en absoluto con el gobierno. Tampoco quiero un FA que se pasa a la oposición o que se pasa en una discusión interna de cuestiones meramente internas. Francamente no creo que el Frente no haya sido crítico, y no tengo ningún problema en serlo, creo que el FA tiene que ser crítico justamente para rectificar y para mejorar la gestión y los posicionamientos, no tengo la menor duda.









