Entrevista central, jueves 21 de setiembre: Lucía Topolansky

EC —Pero justamente, usted ahora, en el cargo de presidenta del Senado y de la Asamblea General, ¿va a facilitar las cosas? Empecemos hablando de la relación Poder Ejecutivo-oficialismo. Sendic se había convertido en un problema, porque se llevaba mal, tenía los puentes cortados con toda la oposición por un lado, pero también con una parte del propio Frente. Con usted ahora a cargo, ¿la cosa cambia?

LT —Las comparaciones son infames, no voy a hacer ninguna comparación con el período de Sendic, porque es un compañero de muchos años y lo sigo considerando mi compañero de fuerza política. Pero somos distintos, yo tengo 73 años –los cumplo el lunes–, tengo una vida militante mucho más larga que la que pudo haber tenido él, en circunstancias completamente distintas. Uno aprende con los años y yo me esmero, a veces me reprochan los mismos amigos –los “aberdeen angus”, como les decimos a los que son MPP– que concilio un poco, pero yo considero que la unidad es lo que salva a la izquierda uruguaya. Y si miro la izquierda del continente, por no irme al mundo, los problemas que tiene son las divisiones. Y nosotros la fortaleza que hemos tenido es la unidad. Eso se dice fácil pero no se construye así, por decreto. Entonces voy a afilar el lápiz en que todo eso fluya lo mejor posible.

EC —¿Y con la oposición? Usted tomó algunas medidas que parecen augurar otro clima, anunció reuniones semanales con los coordinadores de todos los partidos.

LT —Sí. Hay una reunión que es casi institucional que se llama coordinación de partidos, a la que últimamente Raúl no estaba yendo y yo creo que hay que estar presente allí.

EC —Sendic no estaba yendo por cómo se había enrarecido el ambiente a raíz de las denuncias que pesaban sobre él.

LT —Claro, estaba muy difícil la situación y uno humanamente lo puede entender. Además le pedí una reunión a cada una de las bancadas, porque les quiero explicar de frente y mano cómo voy a trabajar, me parece que corresponde. Es más, hay una discusión en el Parlamento, en las dos cámaras, sobre si los legisladores del Partido de la Gente constituyen una bancada o no, y también me voy a reunir con ellos. Son legisladores que están ahí, no los puedo desconocer, hay en las dos cámaras. Ya le dije al senador Bianchi que, por más que no estén en esa formalidad –porque tiene que haber una resolución del Parlamento y el Parlamento no se ha expedido–, me parece que no puedo dejar aparte unos legisladores que representan gente.

EC —Es interesante ese caso, porque estaba en el debate. Y es interesante la decisión que usted toma, teniendo en cuenta que el Partido de la Gente los tiene a ustedes dos, Mujica y Topolansky, como destinatarios de los dardos permanentemente. Las apariciones públicas de Novick van contra ustedes dos.

LT —Sí, lo sé, pero no me puedo agarrar de eso, no tendría sentido, porque yo tengo un senador, que es el senador Bianchi, a quien conozco desde que ingresé en el Parlamento, porque él era diputado por Colonia cuando ingresé, y conozco a su familia, hay unos familiares de él que son compañeros míos. Yo no lo voy a desconocer, aunque me parece estrafalario. Y también hay dos diputados. Entonces lo llamé a Bianchi y le dije –él estaba en Colonia, había pedido unos días de licencia–: “Cuando vengas a Montevideo me llamás, si querés vení con los diputados, vení, nos juntamos”. Sé que falta una resolución, pero yo tengo la libertad de recibir a quien se me antoje y abrir la puerta de mi despacho como quiera.

EC —Hablando del Partido de la Gente, cuando se produjo la renuncia de Raúl Sendic, Edgardo Novick salió a la televisión y dijo: “Se va el que se presentaba como licenciado en Genética Humana, un título que no tenía, y viene la que dijo que había visto el título”.

LT —Sí, sí, leí eso.

EC —¿Qué contesta usted? ¿Qué fue lo que vio usted?

LT —Todos los cursos que hizo, eso que él le presentó a la jueza. Él tuvo que ir al juzgado…

EC —Pero eso no era el título de licenciado en Genética Humana.

LT —No tenía el escalón final, pero los tres años de curso estaban hechos. Eso es lo que yo vi y lo que le presentó a la jueza que archivó el caso con esa argumentación que le llevó Sendic. El caso está archivado, frente a una denuncia que hubo que no me acuerdo de quién fue. Él tuvo la deferencia de arrimarme una fotocopia de eso.

EC —Lo que usted vio fue la serie de cursos y materias que él aprobó en Cuba. Pero eso no implicaba que fuera licenciado en Genética Humana.

LT —Durante tres años hizo un año teórico, después un año de investigación y después otro de práctica. Allí faltó la tesis final. Pero desde el punto de vista de la genética humana pienso que en Uruguay es uno de los que saben más, aunque no tenga ese cartoncito.

EC —Esa es otra historia para discutir aparte.

LT —Me consta que él ahora va a dedicarse a revalidar lo que pueda, porque en Uruguay no existe esa licenciatura, existe la Licenciatura en Biología Humana. Todas las materias que hizo le sirven, le faltaría matemática; le faltan un curso y la tesis. Pero el decano de Ciencias, Juan Cristina, está interesado en que exista esa carrera de Genética Humana, porque hoy por hoy hay una cantidad de enfermedades que tienen que ver con las cuestiones genéticas. Por ejemplo, Cristina explicaba que en Uruguay hemos bajado muchísimo la mortalidad infantil, de hecho estamos ranqueados entre los mejores de América, pero ahora para seguir bajando lo que nos queda tenemos que ir a la genética. Entonces necesitamos como el pan la licenciatura en genética humana. Por eso está muy bien que Raúl termine revalidando en la Licenciatura en Biología y después trabaje con Ciencias para que esa carrera esté en Uruguay. Él va a terminar siendo el primer licenciado en Genética Humana del país.

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Gabriel Díaz

En los últimos 20 años he ejercido el periodismo narrativo y artesanal. Llevo conmigo una libreta, un lápiz y los sentidos que me quieran acompañar. Celebro los avances que nos hacen más fácil la vida. La computadora y el lavarropa lideran mi lista.

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1 Comentario

  • La Sra. Topolansky demuestra en la entrevista un conocimiento muy extenso, no sé si muy rico, de la tarea parlamentaria. Su manejo fluído de los temas que pone encima de la mesa muestra con elocuencia que la señora no ha perdido el tiempo que ha vivido en el Palacio. Su perfil bajo seguramente le va a permitir liderar la actividad legislativa con mucho éxito. Ella no es confrontativa pero es firme y hábil para el análisis de diversos temas de interés político. Tengo mucha esperanza de que su labor sead muy fructífera para todo el ambiente político del país.

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