EC —Vayamos al proceso. El 2 de junio pasado la Dirección Nacional de Industrias, del Ministerio de Industria, Energía y Minería, lanzó el proyecto de decreto para ser sometido a consulta pública durante 60 días, básicamente durante junio y julio. Los industriales tuvieron tiempo para dar su opinión, para hacer sus aportes.
FP —Sí; vayamos un paso antes. Supimos que esta consulta pública de decreto iba a suceder de un viernes a un lunes.
EC —¿No hubo aviso, no hubo diálogo previo?
FP —No, señor. La Cámara Industrial de Alimentos se entera, solicita una entrevista con el ministro de Salud Pública –en el ministerio siempre nos atendieron como Cámara muy bien– y expresa su preocupación y ofrece su equipo de gente para trabajar en conjunto, para saber de qué se trataría este tema y pedir que ofrecieran un interlocutor válido para charlar de esto.
EC —Ahí hay una primera inquietud de ustedes, lo abrupto del proceso.
FP —Lo abrupto del proceso, lo importante que iba a ser el proceso y lo poco vinculada que iba a estar la industria en el tema.
EC —¿Se le dio alguna explicación al respecto?
FP —Sí, siempre se nos dio explicación, nunca tuvimos dificultad de acceso ni de comunicación, ni tuvimos una negación en el trato. En ese sentido hay que ser muy justo.
EC —Pero en cuanto a por qué se trabajó el asunto de esa manera, por qué fue tan sorpresivo.
FP —Posiblemente porque el asunto requería velocidad, posiblemente porque fue una orden directamente presidencial. No sabemos exactamente por qué. Pero después en paralelo el directorio decidió ir a la cartera que nos abarca, que es el Ministerio de Industria, Energía y Minería.
EC —En el Ministerio de Salud Pública (msp) explicaron a la producción de En Perspectiva que el decreto abarca los alimentos envasados “en ausencia del cliente”. Y se insistía en que estos productos ya están regidos por el decreto 117/2006, que obliga a colocar la tabla nutricional en el paquete. Es a esos alimentos que se les agregaría, si correspondiera, el rotulado. Sería un extra, una vara más alta que se incorporaría.
FP —Sí, exactamente. Pero si usted mira el objetivo principal, entendemos que cuanto más en regla, más perfecto, más inversión y más industrializado sea el negocio, la empresa, muchas más reglas se le imponen. Estamos a favor de las reglas, pero acá el objetivo es eliminar las grasas saturadas o preparar a la población para que logre tener una alimentación más saludable. Pero ¿qué vamos a hacer con la comida que se vende cada día más en las rotiserías tanto de las grandes superficies como en la calle en general?
EC —Ese rubro no queda abarcado.
FP —No queda abarcado ningún rubro de fastfood, ningún rubro de rotisería ni de panadería.
EC —En el gobierno destacan que el criterio que se utilizó para determinar qué alimentos empaquetados deben rotularse es un patrón definido internacionalmente, denominado Perfil de Nutrientes de la OPS (Organización Panamericana de la Salud): “Hay una base científica en la decisión”. Son los parámetros que se utilizan para definir cuándo un alimento tiene exceso de un nutriente vinculado al sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas. Ustedes por supuesto conocen ese antecedente internacional.
FP —Sí, no estamos de acuerdo. Nosotros entendemos que la base científica o por lo menos nuestros asesores, quienes nos han asesorado en esto en la región entienden que los parámetros de la OPS no son quizás los más adecuados para medir estos productos.
EC —¿Por qué?
FP —Porque ellos tienen otras tablas, otros niveles de tabla que no comprenden el 100 % de la parte técnica que nosotros hemos evaluado aquí. Entendemos que son parámetros demasiado altos y castigantes para agregar al alimento.
EC —¿Por qué serían tan exigentes, por qué serían más exigentes de lo debido en el caso uruguayo?
FP —Es todo un tema técnico que es trabajado básicamente por el departamento técnico de la Cámara Industrial de Alimentos con los departamentos técnicos de las otras cámaras regionales con las que trabajamos, tanto en América Latina como la Cámara Regional de Brasil y Argentina.
