El jueves 19 de noviembre, en los telegramas de La Mesa de En Perspectiva, Carlos Ramela narró una experiencia que a su juicio dañaba la imagen de Uruguay como país turístico.
Ramela relató que a principios de noviembre llegó desde San Pablo junto con un grupo de inversores europeos en un vuelo de Tam que aterrizó en el aeropuerto de Carrasco a las 12.30 de la noche.
La salida desde el aeropuerto de San Pablo había sido complicada, por lo que le prometió a los inversores que la llegada a la nueva terminal uruguaya iba a ser mejor.
Pero para su sorpresa, el avión aterrizó frente al aeropuerto viejo, a unos 500 metros de las nuevas instalaciones. Para el traslado desde la aeronave hasta la nueva terminal los esperaban ómnibus dispuestos por el aeropuerto, que transitaron frente a aviones en depósito y hangares sucios.
Cuando llegaron al cuerpo central de la nueva terminal no había un solo avión desembarcando y todas las luces estaban apagadas. Para empeorar el asunto, cuando llegaron a los controles de migración se encontraron con una larga fila de unos 250 pasajeros que también estaban en el avión en el que habían llegado.
Según el relato de Ramela, de las 14 casillas disponibles para hacer los controles solo dos estaban habilitadas. Como resultado demoraron 50 minutos para hacer los trámites en un aeropuerto que, paradójicamente, estaba vacío. "¿Vendemos el Uruguay como país de turismo o no?", se preguntó Ramela.
A raíz de esta denuncia, la producción de En Perspectiva se comunicó con Puerta del Sur, actual concesionaria del aeropuerto de Carrasco. A través de una carta, la empresa informó que el día en que sucedieron los hechos que relata Ramela, “se estaban realizando trabajos de mantenimiento de pintura en plataforma, impidiendo la utilización de pasarela telescópica, ya que las posiciones de estacionamiento allí ubicadas se encontraban afectadas por dichos trabajos”.
En relación a la disponibilidad de funcionarios de Migración, Puerta del Sur aseguró que puso en conocimiento de la situación al jefe de esa área en el Aeropuerto de Carrasco, el Comisario Inspector Claudio Pereyra, para que tome las “medidas pertinentes”.
Si bien la empresa aclaró que la disponibilidad de funcionarios es exclusiva responsabilidad de la Dirección de Migraciones, informó que tiene un convenio de colaboración con esta oficina para mejorar el servicio de pasajeros.
Por otra parte, Puerta del Sur aseguró que la iluminación de la terminal ese día era normal. En la carta, la compañía afirma que Ramela “quizás haya tenido una mala percepción por llegar a una posición remota y alejada de la terminal que no posee el mismo resplandor y brillo que el edificio principal de pasajeros”.
También aseguran que la percepción sobre falta de luz se puede haber producido porque el ómnibus que los recogió en la terminal vieja tuvo que circular por donde se carga combustible, que “es un camino alternativo, no habitual para flujo de pasajeros y por ende, más oscuro”.
Mesa relacionada
Telegramas del jueves, 19 de noviembre, 2015
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Foto: Nueva terminal del Aeropuerto de Carrasco, marzo de 2012. Crédito: Ricardo Antunez/adhoc Fotos.