Foto: En Perspectiva
Este año, entre octubre y noviembre, quedará habilitado el nuevo Ferrocarril Central, una una infraestructura que marcará un antes y un después para la logística y el transporte en Uruguay.
Esta vía férrea de 273 km que unirá Paso de los Toros con el Puerto de Montevideo fue uno de los requisitos que planteó UPM para concretar la instalación de su segunda planta de celulosa. Desde entonces quedó planteada la pregunta: ¿esa inversión enorme, de dos mil millones de dólares, asumida por el Estado, se destinaría solo a UPM o se amortizaría también con el movimiento de otras cargas y hasta impulsaría nuevas actividades?
Con el correr del tiempo se ha ido confirmando que sí, que el Ferrocarril Central se utilizará para mejorar la competitividad de otros rubros de la producción no vinculados a la celulosa y que puede convertirse en una nueva plataforma de desarrollo para el país.
Y un ejemplo concreto es el anuncio del Grupo RAS, una multinacional del sector logístico de origen uruguayo, que se prepara para convertirse en operador ferroviario, sumando este servicio a los otros que ya ofrece a sus clientes, por ejemplo con sus depósitos o el transporte en camiones. Para eso, está terminando de construir los ramales que conectarán el Ferrocarril Central con el Parque logístico e industrial que posee en la Ruta 5, en Canelones.
¿Qué implica este paso? ¿Qué otras posibilidades abrirá el Ferrocarril Central para Uruguay?
Conversamos En Perspectiva con Ruben Azar, fundador y presidente del Grupo RAS.
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Enlace de interés: Quién gana con el ferrocarril central