Recibimos la carta de un padre que no pudo inscribir a su hija en uno de los Centros de Lenguas Extranjeras de ANEP porque ella asiste a un liceo privado.
No todos los que pueden pagar algo lo hacen holgadamente. En nuestro caso, mi señora y quien le escribe pagamos la educación de nuestra hija con mucho, mucho esfuerzo.
Victoria empezó hoy 5º año orientación científica en un liceo privado de la zona de Piedras Blancas (vale aclarar la zona para dar contexto al reclamo). Le encanta y se desempeña con facilidad en el estudio, en los idiomas en particular. Está a punto de dar el First Certificate [examen de inglés de la Universidad de Cambridge] con 16 años.
En la institución a la que asiste salvó el examen libre de inglés para tener un espacio para estudiar otro idioma. Le encantaría aprender japonés. Estuvimos indagando y los lugares a donde puede asistir para aprenderlo están bastante alejados de Puntas de Manga, donde residimos, pero nos enteramos por un familiar que hay escuelas de lenguas públicas en todo el país [los Centros de Lenguas Extranjeras (CLE) de ANEP].
Nos llamó la atención, ya que no lo habíamos escuchado antes. Para mayor sorpresa, dos de esas escuelas están muy cerca de donde vivimos: una en Flor de Maroñas [el CLE nº2] y otra en el Cerrito de la Victoria [el CLE nº4].
Este familiar indagó si había japonés o alemán para inscribir a Victoria. De japonés no dictan cursos, pero sí de francés, italiano, portugués, alemán y lengua de señas. Inclusive le dijeron que trajera a la mayor cantidad de personas posibles para los cursos porque la gente no se inscribe.
Pero he aquí el reclamo: Victoria no puede tomar los cursos porque va a una institución privada. Qué injusto, qué excluyente. Por algo la educación está como está. Si alguien quiere enriquecerse con más estudio le cercenan la posibilidad porque –y esta es una percepción personal– si tiene dinero para pagar una educación no pública, "que se pague todo".
Para no dejar mi carta en solo una queja, quiero aportar una solución. Especifiquen qué cantidad de cupos hay para cada idioma en las escuelas de lenguas y si esos cupos no se llenan con estudiantes de las instituciones públicas, permitan asistir a otras personas, no solo a las que estudian en instituciones privadas sino a las que trabajan y quieren aprender. No siempre lo que pretende ser inclusivo incluye.
Santiago López
Vía correo electrónico
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Foto: Centro de Lenguas Extranjeras (CLE) N° 6, en Pocitos. Crédito: ANEP/anep.edu.uy.