A. Económico

¿Lo peor ya pasó?
Resultados de la encuesta de expectativas empresariales de Deloitte

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

¿Lo peor ya pasó? Con esa pregunta se titula el informe que presenta los resultados de una nueva edición de la Encuesta de Expectativas Empresariales de Deloitte, que fue publicado en el día de ayer.

Emiliano Cotelo (EC): Se trata de una encuesta que la consultora realiza dos veces al año desde 2010 y que en esta oportunidad reunió las respuestas de unos 340 directores y gerentes de empresas. Para analizar los resultados esta última edición, conversamos con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA): Tamara, el informe tiene un título particular. Como decía Emiliano, lo encabezaron con la pregunta “¿Lo peor ya pasó?”. ¿Por qué eligieron ese título?

TS – Porque en varias preguntas, que luego podemos ir repasando, parece advertirse un cambio favorable respecto a las respuestas obtenidas en los dos relevamientos anteriores. A nuestro juicio hay varios elementos que sugieren justamente eso, que “lo peor ya pasó”… De todas maneras, decidimos ponerlo como pregunta porque aún hay que ver si esta edición de la encuesta está marcando realmente un punto de inflexión. A nuestro juicio es todavía prematuro concluir eso, porque en otras preguntas todavía se ve bastante cautela entre los empresarios y porque, además, desde que se realizó el relevamiento en octubre hemos tenido cambios en el escenario internacional, que también nos hacen ser cautelosos.

RA – Te estás refiriendo supongo a la victoria de Trump en EEUU…

TS – Sí… Hicimos la encuesta en un momento en el que en Uruguay veníamos viendo cierta mejora del marco externo y también cierta mejora en diversos indicadores relacionados a la actividad económica (como la producción industrial, las cifras de comercio exterior o las ventas de bienes durables, por mencionar algunos ejemplos).

Por el momento es prematuro concluir que ese escenario cambió muy sustancialmente, pero la victoria inesperada de Trump en las elecciones de EEUU abre por lo menos un panorama de más incertidumbre. En particular, hemos visto una reacción inicial muy clara en los mercados financieros, con una suba significativa de las tasas de interés largas en EEUU y un dólar fortaleciéndose nuevamente frente a las monedas emergentes en general… Además, es esperable un avance hacia más proteccionismo (que podría ser imitado en otras partes del mundo) y eso es una mala noticia para la economía global y sobre todo para las economías emergentes, que dependen en mayor medida del comercio internacional. O sea que hay varios frentes que están cambiando y que pueden afectar a nuestra región… Sin ir demasiado lejos, en los últimos días se ha visto una suba muy notoria del tipo de cambio en Brasil.

RA – Está claro, Tamara. Ahora, yendo a los resultados de esta última edición de la encuesta… ¿Cuáles son los principales elementos en los que se observaron mejores expectativas entre los empresarios?

TS – En general se observa una visión menos negativa cuando les preguntamos sobre el desempeño reciente de la economía y sobre la evolución del clima de negocios en el último año, pero la mejora es todavía más marcada cuando se los consulta sobre las perspectivas para los próximos doce meses. El porcentaje de empresarios que avizora un deterioro de la situación económica cayó 37 puntos frente a la edición de abril y se ubicó en 26 %, mientras que las expectativas negativas acerca del clima de inversiones pasaron de 51 % a 25 %… En ambos casos las respuestas pesimistas dejaron de ser las opciones mayoritarias. Y, además, las respuestas que apuntan a que la situación económica mejorará en un año subieron a 27 % en esta última edición… Con lo cual, por primera vez desde 2011 tenemos un saldo neto positivo en esta pregunta: son más los que esperan que la situación económica mejore que los que esperan que empeore de forma adicional.

De todos modos, Romina, si bien hay expectativas mejores respecto a la situación actual, la evaluación absoluta del clima de negocios sigue siendo muy crítica.

RA – ¿A qué te referís con valoración absoluta?

TS – Nosotros además de preguntar por la evolución, preguntamos a los empresarios cómo evalúan el clima de negocios hoy y les ofrecemos 5 opciones: “muy bueno”, “bueno”, “regular”, “malo” y “muy malo”. O sea, no tienen que decir si está “peor” o “mejor” que antes, sino calificar en términos absolutos la situación presente.

En esta última edición, al igual que en las dos anteriores, sólo 1 de cada 5 empresarios emitió juicios favorables (o sea calificaron como “bueno” o “muy bueno” al clima de negocios). Este indicador se mantiene en los registros más bajos desde que hacemos estos relevamientos. Para poner una referencia, allá por el 2010 las evaluaciones favorables del clima de negocios eran el 80 % del total y a fines de 2014 ya se notaba un cambio, pero estábamos en el orden del 55 %.

RA – Yendo a otras preguntas de la encuesta… Una de las cosas que ustedes destacan en el informe es que también se advierte más optimismo en las respuestas relativas a las propias empresas. ¿Podemos comentar las principales cifras en este sentido?

TS – Sí, claro. Siguen predominando las respuestas que apuntan a niveles de actividad similares al actual (son casi el 60 % del total), pero la proporción de quienes esperan un aumento de la producción en los próximos doce meses creció en más de 10 puntos frente a abril y alcanzó al 30 % del total… En el otro extremo, el porcentaje de quienes esperan que el nivel de actividad en su empresa caiga bajó de 20 % en abril a 11 % en esta última edición. El saldo neto en esta pregunta volvió entonces a ser positivo…

Y de la misma manera, volvió a caer la proporción de ejecutivos que prevé reducir el empleo y la inversión en su empresa en los próximos 12 meses, aunque en estos casos tampoco se advierte una vocación muy expansiva. De hecho, la mayoría de las respuestas son más bien neutras y en el caso del empleo el saldo neto entre las respuestas positivas y las negativas sigue siendo negativo… O sea que, pese a cierta expectativa de más actividad, las empresas siguen estando bastante reticentes a aumentar el empleo.

RA – Recién adelantabas que este mayor optimismo entre los empresarios podía tener que ver con la mejora que venía consolidándose en el escenario externo en los últimos meses y con algunos indicios de recuperación de la actividad económica en Uruguay… ¿El descenso de la inflación también puede haber jugado un rol?

TS – Nosotros no pedimos explicaciones o fundamentación de las respuestas, pero es notorio sí que en la medida en que la inflación fue bajando en los últimos meses, las expectativas de inflación entre los empresarios se moderaron.

En promedio las expectativas de inflación para el próximo año bajaron de un registro de más de 10 % en abril a una inflación de 9,2 % en esta última edición. Es una cifra igualmente bastante mayor a la que nosotros estamos pronosticando (que está más cerca de 8 %) y sigue pautando una inflación muy por encima del rango meta, pero el análisis de las respuestas deja bastante claro que los empresarios no ven hoy un riesgo relevante de que la inflación vuelva a los 2 dígitos. En esta última edición sólo el 14 % espera una inflación de dos dígitos para el próximo año, cuando en abril ese porcentaje era de 51 %.

RA – ¿Y las mejores perspectivas se reflejan también en pronósticos de más crecimiento económico?

TS – Sí. El panorama más alentador se reflejó también en las expectativas en relación al crecimiento del PIB. En general los empresarios no aguardan una suba fuerte del PIB en 2017, pero son algo más optimistas para el mediano plazo. En promedio, los ejecutivos encuestados esperan una expansión apenas superior a 1 % en 2017 pero cuando consultamos sobre las perspectivas para “dentro de tres o cuatro años”, la proporción que prevé un escenario de persistente estancamiento (con un crecimiento de entre 0 % y 1 % anual) descendió desde 20 % en la edición de abril hasta 8 % en este último relevamiento.

De todas maneras, Romina, la mayoría de los encuestados sigue esperando tasas de expansión para el mediano plazo de entre 1 % y 3 %… En ese rango se concentran casi 90 % de las respuestas. Con lo cual, las respuestas tampoco están apuntando a un crecimiento muy vigoroso de la economía uruguaya…

RA – Para terminar, ¿que marcaron los resultados en relación a la gestión del Gobierno?… La prensa escrita destacaba hoy que la aprobación del gobierno se deterioró significativamente… ¿Cuán fuerte fue ese deterioro?

TS – Bastante fuerte. De hecho, el porcentaje de desaprobación del gobierno aumentó de 57 % a 63 %, mientras que las valoraciones neutras cayeron 7 puntos hasta un 33 %. Eso implica que la proporción de opiniones positivas se mantuvo dentro de los niveles más bajos desde que realizamos la encuesta (apenas en 4 %). Obviamente hay matices por áreas, pero la encuesta recogió una visión bastante crítica de la gestión del Gobierno.

Video: Deloitte Uruguay

***

Enlace externo
Encuesta de Expectativas Empresariales Deloitte Uruguay, número 14, formato PDF

Comentarios