
EC —Vayamos a las otras dos. Primero a los fondos de la Dirección Nacional de Vialidad. En esta Rendición de Cuentas, en el tomo referido a la evaluación de la gestión, se indica que hubo un buen nivel de ejecución en el ejercicio del año pasado. Concretamente, en infraestructura vial se ejecutó el 97,8 % de los créditos. O sea que en la Dirección de Vialidad no estuvo el problema.
VR —Bueno, creo que vamos a mejorar en el año 2017, porque el 97,8 % en materia de vialidad significa poco para mi gusto o evaluación. Nosotros tenemos que estar siempre por encima del 100 % en cuanto a nuestras pretensiones, por lo tanto, el número que me daría satisfacción sería el 100 %, porque no se puede gastar lo que no se tiene.
EC —Vayamos al otro, al que nos falta, la CND…
VR —Eso anda excelente.
EC —Sí, pero en abril de este año se lanzó un fideicomiso por US$ 100 millones para la construcción de rutas de acuerdo con el plan del Gobierno lanzado en 2015. Cuando se hizo la presentación del fideicomiso el director de la CND, Jorge Perazzo, dijo en el diario El País que el organismo “no había podido cumplir las metas de construcción vial trazadas en 2016 por falta de recursos económicos, pero con el dinero de la emisión se compensará eso y se llegará al objetivo para este año”. ¿Es así?
VR —La Corporación Vial [dependiente de la CND] no construye, la que construye es la Dirección Nacional de Vialidad del Ministerio de Transporte; lo que hace es respaldar, apoyar, acompañar con la pata financiera, que es imprescindible. Por lo tanto, nosotros hemos tenido siempre en el contador Perazzo un hombre que comprende el rol y que lo ha llevado adelante con excelencia. Lo que hemos comprobado es que, además, la Corporación Vial y las obras viales del país tienen credibilidad a nivel de la población…
EC —La Corporación Vial es la que opera peajes y ahí tiene su fuente de ingreso…
VR —Los peajes también son del Ministerio de Transporte, que se los dio a administrar a la Corporación Vial porque con esa recaudación palanca lo que son las inversiones, por ejemplo, como esa emisión en bolsa que se hizo recientemente y que se hará nuevamente.
EC —La pregunta es por qué no se hizo el año pasado ese fideicomiso que se hizo este año, por qué no se lanzó algún otro tipo de instrumento financiero para conseguir los recursos y poder avanzar por ese lado, por el de las obras que dependían de la Corporación Vial.
VR —Yo creo que ellos son muy juiciosos y experientes en esta materia. La Corporación Vial ya había hecho en 2007 o 2008 una emisión de papeles en bolsa que había sido muy bien recibida por la opinión pública, pero desde entonces no se había vuelto a emitir. En este período sí nos planteamos como un objetivo ese financiamiento y al Corporación Vial cumplió con todo el trámite e hizo una primera parte de emisión muy exitosa. Incluso quedó en el mercado la demanda de más emisión, pero ellos, creo que con un criterio y un conocimiento que yo no tengo, han establecido un ritmo de emisión con otro ordenamiento.
EC —Este fideicomiso que se lanzó en abril a nombre de la Corporación Vial del Uruguay son títulos de deuda en dos series, una por 630 millones de Unidades Indexadas —unos US$ 80 millones— y otra por US$ 20 millones. Son títulos que aseguran un rendimiento de 5,5 % en Unidades Indexadas y 4,9 % en dólares, y están asociados a la recaudación de los peajes que administra la Corporación Vial. Pero, además, se anunció que estaban previstas nuevas emisiones para 2019 y 2020 por US$ 350 millones.
VR —Como ve, ellos han planificado el flujo financiero que necesitan para poder atender las demandas que presupuestalmente el Ministerio de Transporte le va haciendo en función de lo que tenemos planificado y autorizado. No son los únicos caminos de financiamiento, podemos encontrar otros…
EC —¿Por ejemplo?
VR —Por ejemplo, estamos estudiando el financiamiento a través de un mecanismo de fideicomiso para el viaducto en la rambla portuaria, un proyecto que ya está adelantado y que pensamos que en pocos meses va a iniciar su construcción. Va a ser un gran aporte al ordenamiento portuario y a la circulación en la zona de los accesos de Montevideo. Además, en caso de que siguieran abriéndose camino los proyectos vinculados a UPM, eso nos daría la tranquilidad de que la rambla no sería interrumpida por el cruce del ferrocarril.









