Recibido por correo electrónico
Sr. Emiliano Cotelo:
En la tertulia del miércoles pasado, los participantes analizaron las leyes de "rescate" de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias (CJPB) y de la Caja de Profesionales Universitarios. Sobre esta última no voy a opinar dado que desconozco el tema, pero sí tengo algunas observaciones sobre la otra ley y sobre alguna de las manifestaciones de los tertulianos. No voy a ocultar que tengo la camiseta de AEBU; soy afiliado desde hace 53 años y trabajé 44 años en el BROU hasta que me jubilé. No obstante mi simpatía por mi sindicato creo que me asiste razón en lo que voy a expresar:
Los tertulianos se mostraron más preocupados por el futuro de la seguridad social que por el tema coyuntural. Quiero decirles que a AEBU también le preocupa ese futuro y que reparó hace muchos años en los riesgos que se cernían sobre la seguridad social. Por eso, las soluciones que apoyamos y que contribuimos a crear no son un obstáculo sino una muestra de por donde pueden hallarse las salidas. La introducción de tecnología y la consecuente disminución del número de trabajadores en las empresas financieras, (cuando yo entré al BROU éramos 6.000 funcionarios, hoy son menos de 3.000), y el aumento del promedio de vida, influyen fuertemente en la desfinanciación del sistema. Lejos de sentarnos a llorar o a quejarnos, los trabajadores del sistema financiero abordamos en 2008 una reforma de la Caja Bancaria que introdujo un aporte sobre los activos de las empresas financieras y una contribución de los trabajadores rebajando los parámetros de sus jubilaciones y los pasivos, con un impuesto a las suyas. En esa reforma se preveía que ante crisis inesperadas (como por ejemplo lo fue la de la pandemia) el Poder Ejecutivo podía, mediante decreto, aumentar la contribución de las empresas. Si lo hubiera hecho, tal cual se lo solicitamos en su momento, no estaríamos hoy hablando de un nuevo déficit y una nueva ley para salvar a la Caja. Pero no es mi intención concentrarme en la responsabilidad del Gobierno, quiero decir que, una vez más, en vez de sentarnos a quejarnos, abordamos una nueva salida que es la que ustedes analizaron el miércoles pasado.
Los mil millones de dólares que hay que financiar en la actualidad, se aportan en partes iguales por los tres negociadores. Los trabajadores del sistema financiero aportamos nuevamente rebajando los parámetros jubilatorios, las empresas aumentando su aporte y el Poder Ejecutivo garantizando los bonos de deuda que emitirá la Caja.
Estuvo sobrevolando en toda La Tertulia aquello de "¿por qué los demás ciudadanos tenemos que pagar las jubilaciones de los bancarios?". En la solución que nosotros aprobamos en una multitudinaria Asamblea, el Estado no aporta ni un peso. Garantiza los bonos de deuda que emitirá la CJPB y no hay ninguna sospecha de que deba recurrirse alguna vez a esa garantía, dado que todos los expertos, asesores del gobierno, de la Asociación de Bancos, de la CJPB y de AEBU, saben que el problema de la Caja es por un período de 12 años, pasado el cual tendrá más recursos que los necesarios para hacer frente a todas sus obligaciones".
Por último, creo que algunas manifestaciones no van por el camino de analizar la información sin prejuicios. Una tertuliana dijo que cuando pagamos intereses en un banco estamos pagando la jubilación de los bancarios. Es verdad, pero no es distinto a cuando compramos championes, pues le estamos pagando la jubilación a los empleados del comercio, dado que el dueño carga sus aportes sociales al precio de los championes que vende. También se manejó un promedio de jubilaciones que no es cierto, pero que sirve para azuzar antipatías. No digo que haya sido esa la intención, pero lo de los "bancarios privilegiados" es un mito que todavía rinde y dificulta cualquier intercambio serio. Quizás no sepan que los empleados de las empresas financieras no bancarias con sueldos muy bajos, son hoy más que los empleados bancarios del sector privado.
Tampoco ayuda la ironía expresada al cierre de La Tertulia, poniendo en duda que la Caja vaya a pagar la emisión de deuda garantizada por el Estado. Fueron los mejores profesionales y especialistas en el tema de seguridad social los que analizaron los números y garantizan que pagará.
De modo que en la salida para la Caja Bancaria no hay costos para Rentas Generales. Los trabajadores del sistema financiero aportamos decenas de millones de dólares a Rentas Generales pagando el IASS desde su creación. Lo hacemos con mucho gusto. Creemos en la solidaridad entre trabajadores. También pagamos IVA, y compramos championes y pagamos intereses por los préstamos. Todo va a Rentas Generales y, de allí, una parte se vuelca al pago de jubilaciones de los uruguayos y está bien que así sea.
Le saluda atentamente,
Ricardo Ibarburu
¿Cómo te comunicás con En Perspectiva?
Por Whatsapp: 091 525 252
Por correo electrónico: [email protected]
Las opiniones recibidas podrán ser editadas por extensión y claridad.